Contenido creado por Ramiro Amestoy
Locales

A plena luz del día

Valenti víctima de dos delincuentes

El periodista Esteban Valenti fue víctima de un robo en la tarde de este lunes. Ocurrió a las 16 h, “a plena luz del día” y dos cuadras del Hospital Británico. Dos motochorros le robaron poca plata pero todos los documentos.

16.12.2014 10:43

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2014-12-16T10:43:00-03:00
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El periodista Esteban Valenti fue víctima de un robo en la tarde de este lunes. Ocurrió a las 16 h, "a plena luz del día" y dos cuadras del Hospital Británico. "Fue poca plata, pero me robaron todos los documentos", dijo.

El propio Valenti a través de una columna en Uy.Press relató: "Estoy casi seguro que me estaban esperando, que allí en la calle Canning funciona algo turbio, con gente que marca a las posibles víctimas. Me metieron la mano en el bolsillo del pantalón por atrás, cuando subía al auto, nos caímos al suelo con el chorro, me destrozó el pantalón, lo ayudó otro chorro y se fueron los dos en una moto que cruzó el cantero que lleva hasta la avenida. Se fueron hacia el Obelisco".

"Los supuestos cuidacoches, que allí hay bastantes, desaparecieron violentamente, como por arte de magia, es más, cuando perseguí a pie por unos metros a los ladrones uno de los encargados de cobrar propinas automovilística, me dijo que estaban armados. Yo no vi ningún arma. Fue lo único que vieron, pero cuando les pregunté qué aspecto tenían etc, se esfumaron. Y el chorro me estaba esperando, no a mí personalmente, a una víctima señalada que debía tomar su coche en ese lugar. No tengo la menor duda", agregó Valenti.

Continuó su relato: "A las 16.30 h estaba en la comisaría 9.ª, la que está en el Estadio y que corresponde a esa zona. Ambiente deprimente, el mismo de siempre. Policías hombres y sobre todo mujeres, bien uniformados y armados, todos con pistolas Glock, excepto una con un revolver 38. Dos boxes para recibir las denuncias. Gran cuaderno y dos computadoras".

Valenti describió al agresor de la siguiente manera: "30 a 35 años, altura 1.70 aproximadamente, 70 kilos, cutis blanco y cabello oscuro".

"Se me enfrió el cuerpo, me dolía el codo como la gran siete, lo que me consoló un poco, porque por la forma de la herida es notorio que le di al chorro en plena dentadura. Magro consuelo. Lo confieso, en el momento del robo, si hubiera podido, si hubiera contado con los elementos necesarios, hubiera estado en la comisaría pero como acusado. Es el pequeño y feroz enano que llevamos dentro. Espero seguir llevándolo, me indignan los sociólogos de la resignación y la explicación. Si fuera por ellos, la cándida niñita de 14 años que asesinó un taxista porque estaba nervioso, o le pegó un tiro en el pecho a una vecina y baleó a otro taxista, le corresponde un tratado de explicaciones sociales y culturales. Y alguna pena menor".

"Lo confieso, no es una involución, siempre, desde que tengo memoria tuve al enano feroz desatado. No es ni la edad, ni los cambios ideológicos. Al contrario..."