Todo poder es "una mula tenaz", y el poder de las palabras la más tenaz de todas en esta novela de Álvaro Ojeda que a instancias de una prosa exquisita y una formidable ironía de fondo consigue detener el tiempo, desnudar Montevideo y convocar a Oscar Wilde. Viaje interior y memorioso, La mula lleva al lector hasta donde éste se atreva a ir, sin quitarle nunca de la vista el delicioso, tentador y siempre falso paisaje exterior.
"Quizá sea demasiado galón para un político nombrarlo como el "Dorian Gray del barrio La Teja" -por más sarcasmo que gaste la imagen-, pero entre las virtudes de la buena literatura figura la generosidad. La mula se prodiga como sutil bildungsroman, acunado en la exactitud tanguera y en la fábula gris de la historia nacional; y se prodiga como caja china que contiene historias dentro de otras. Un kinesiólogo de Wanderers detiene la crecida de los arroyos con su canto, un funcionario de la enseñanza levita mientras espera el 142 y puede hacer desaparecer gente, un ingeniero llamado a la carrera presidencial cree que puede controlar el absorbible estroncio para curar el cáncer". (Mercedes Estramil)
Álvaro Ojeda (Montevideo, 1958) es poeta, narrador, crítico y periodista. De su obra poética, destacamos: "Alzheimer" (1992), "Los universos inútiles de Austen Henry Layard" (1996), "Cul-de-sac" (2004), "Toda sombra me es grata" (2006) y "Aceptación de la tristeza" (2011). En narrativa, publicó las novelas "El hijo de la pluma" (2004), "La fascinación" (2008) y "Máximo" (2010; Premio Nacional de Literatura/ MEC, 2012).
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