Contenido creado por Cecilia González
Mujer

Mecánica sin machismo

Uruguay tiene su taller mecánico para mujeres.

En un ambiente considerado masculino por tradición, surge un nuevo concepto en talleres mecánicos con la iniciativa de Enrique Igarzábal, director de Ask Betty, empresa que abrió sus puertas en Montevideo pensando en la mujer conductora y que cuenta con características únicas en América Latina.

26.09.2014 10:57

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En un ambiente que se considera masculino por tradición, Enrique Igarzábal dirige en Montevideo un taller mecánico pensado para el género femenino. Consultado por EFE, el creador de Ask Betty (nombre del emprendimiento) afirma que a las mujeres les cuesta llevar el auto al taller por tratarse en general de “lugares inhóspitos”.

Por esta razón, este taller mecánico con características únicas en América Latina incorpora servicio de peluquería, un rincón infantil, y baños súper limpios, que parecen propios de un fino restaurante. Igarzábal dice que solamente en Estados Unidos conoció a un hombre que daba consejos sobre cómo mantener una clientela femenina en este rubro, y se decidió a implementarlo en nuestro país.

Ask Betty abrió sus puertas hace pocas semanas en la capital uruguaya, y quienes visitan el local se encuentran en un entorno agradable, donde pueden llevar a sus hijos, y que utiliza un vocabulario comprensible para las mujeres, que muchas veces conocen menos que los hombres con respecto a la mecánica automotora. Además de la reparación de vehículos y grúa, amortiguación y lavado, las clientas cuentan con un servicio de manicuría y peluquería.

Se busca que las mujeres no paguen más en el taller por desconocimiento, como suele suceder a raíz de la “picaresca masculina”, común en este negocio. Pedro Quiroga, mecánico responsable del taller, comenta que el objetivo es que las mujeres cuenten desde ahora con “un lugar de confianza en el que se sientan cómodas a precios competitivos”, y que puedan seguir con sus rutinas laborales o llevar a sus hijos, dado que en Ask Betty hay una zona especialmente diseñada para los juegos infantiles, así como también internet inalámbrico por computadoras.

No se ven en las paredes los típicos almanaques con desnudos femeninos, optando por la música suave y revistas de actualidad a fin de hacer más placentera la espera de sus clientas. Pero Ask Betty también se ha ganado una clientela masculina: casi la mitad de las personas que acuden al taller son hombres que -de acuerdo con Igarzábal- “están encantados con la limpieza por encima de la media de los baños”, en los que además se incluyó un cambiador para bebés.

Jessica Julián es la peluquera en el lugar, y afirma que ella no iba al taller por ser un ambiente machista. Ahora disfruta de su entorno laboral, definiéndolo como una propuesta innovadora y acorde a la gran cantidad de mujeres conductoras que existe en Uruguay.

En este momento, todos los mecánicos son hombres, pero en breve se sumarán dos mujeres a quienes están formando en el servicio de neumáticos y para el lavado de los vehículos. Una de estas dos jóvenes, Jimena Machado, relató a EFE que siempre había querido trabajar en un taller, y estudiar mecánica automotriz mientras su padre insistía en que hiciera cursos de belleza.

Ana Telis, compañera de Machado, asegura que el ambiente de trabajo es “diferente” en este taller, y la iniciativa de salir de un entorno machista es bienvenida por Walter Delbue, taxista de Montevideo. Sin embargo, Delbue no confía tanto en el trabajo de las mujeres como mecánicas. Dice que si se trata de una tarea sencilla “no hay problema”, pero se pondría nervioso si una mujer toca el motor.

Igarzábal concluye que en el fondo “no basta con cambiar el entorno” sino que “es un tema cultural”, pero siempre por algo se empieza y ya se puede visitar este nuevo concepto de taller en un lugar más que accesible de nuestra ciudad.

Fuente. EFE