Una de las murgas más esperadas, Don Timoteo, brindó ayer su segunda actuación en el Teatro de Verano bajo la mirada de más de 4.000 espectadores.

El espectáculo de la murga que propició el regreso de Edu "Pitufo" Lombardo al carnaval venía sucediendo con normalidad, pero no así el reloj que ven los murguistas y el público, que por un problema técnico recién empezó a correr cuando faltaban 25 minutos del show. Desde ese momento, y hasta el final, se podía notar como la mirada del director escénico de Don Timoteo se desviaba hacia el reloj en donde se veían extinguir los minutos de actuación.

De todas maneras, con una retirada cantada con mayor velocidad que de costumbre, la murga logró cerrar su actuación antes que la bombita roja terminara de apagarse y, tras la autorización de "Pitufo" Lombardo, se bajó del escenario.

"La felicidad de cantarle al barrio"
Seguramente los nervios de la situación, más la adrenalina de cantar en el Teatro de Verano con la presión de ser quien lleva la batuta de una de las murgas favoritas del año, hizo que la emoción le ganara de mano al "Pitufo" y explotara en el final.

Durante todo el pasaje por el tradicional camino que divide la platea alta de la baja, se pudo ver al murguista emocionado y conteniendo las lágrimas que llegaron cuando se asomó al "pedregullo" donde el público los esperaba.

Allí señaló el final de la bajada de Don Timoteo y -como puede verse en el video- se estrechó en un abrazo con Gonzalo Imbert, uno de los integrantes más jóvenes de la murga que sale desde La Unión.