Contenido creado por Lorena Zeballos
Entrevistas

Por gloria morir

Fernando Klein habla de “Baltasar Brum: el suicidio de un presidente”, su nuevo libro

“Si es necesario daré mi vida para salvar a la democracia”, Fernando Klein reivindica la figura de Baltasar Brum.

22.12.2017 16:28

Lectura: 5'

2017-12-22T16:28:00-03:00
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El hecho de que Baltasar Brum fuera un presidente que se suicidó para resistir la dictadura lo hace sin duda un personaje atractivo para un investigador. Lo fue para Fernando Klein quien en su trabajo "Baltasar Brum: el suicidio de un presidente" (Planeta) repasa la trayectoria de Brum y lo pone en un lugar de privilegio dentro de la historia nacional.

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¿Cómo llega la decisión de hacer el este libro?

El único presidente del Uruguay que se suicidó. No siendo presidente. Llegó a la presidencia con 35 años de edad, la figura más joven de toda la historia del Uruguay. Van a decir de Lorenzo Latorre pero no fue elegido de forma democrática.

Y además ocupó puestos muy relevantes en distintos ministerios. Él se suicida el primer día de un golpe de Estado e inmediatamente todos los medios, todo el entorno es censurado y no se informa sobre lo acontecido, exceptuando el diario El Día y algún diario más. Cuando termina la dictadura esta figura se recupera poco. Luego vino una época de oscuridad de al menos cinco años donde obviamente de él no iban a hablar. Me parecía una persona llamativa e interesante y a medida que lo iba descubriendo como escritor, como investigador me fascinó aún más.

En el libro también se refleja la crudeza de la dictadura de Terra...

Es terrible, hubo todo tipo de violación a los derechos humanos, similarmente a la dictadura militar de 1973. Tenemos que recordar además que en 1935 en plena dictadura de Terra se rompe relaciones diplomáticas con la España republicana y con la Unión Soviética y se acerca a Alemania e Italia teniendo vínculos afectuosos con Hitler y con Mussolini. Es un golpe de Estado que se dio con la policía y los bomberos sin ejército, pero tuvo exiliados, presos políticos, torturas en la cárcel.

Eso, sumado a que el mundo está en los preámbulos de la Guerra Mundial y que Uruguay no rompe relaciones diplomáticas nunca con la Alemania nazi, queda neutral. Sin embargo, Brum antes de ser presidente que era Ministro de Relaciones Exteriores, rompió relaciones con Alemania en la Primera Guerra Mundial y le declara la guerra.

A lo largo del libro Brum va sorprendiendo por todas las cosas en que fue vanguardista: la fundación de la Facultad de Arquitectura, el Banco Hipotecario, la lucha por los derechos de la mujer. ¿Cuánto sabías de eso antes de iniciar la investigación?

Algunas cosas se recogieron y otras cosas los grupos más conservadores del Partido Colorado y el Partido Nacional no lo acompañaron. Claro ejemplo es durante su presidencia todo el desarrollo de los derechos civiles de la mujer. Eso es del 20/21 y sin embargo fue refrenado 25 años después. Y hasta el día de hoy seguimos hablando de género. En ese momento el esposo debía decidir dónde debía residir la pareja recién casada, al esposo se le podía exculpar del adulterio, etc. Él anuló todo eso. Eso sí se pudo lograr. Reemplazó esposo por cónyuge.

Tuvo la capacidad hace 100 años de ver que la diversidad sexual es una construcción cultural que es muchísimo más amplia que hombre, varón, mujer, hembra.

Ese lugar en la historia no estaba tan reivindicado para Brum...

No. Y te deja una huella amarga desde el género, cuestiones de edad e inclusive el empoderamiento de los jóvenes para un puesto político o de jerarquía que hoy en día, 100 años después, estaba haciendo toda una huella. Algo nos pasó.

¿Cuánto te sorprendió el personaje durante la investigación?

Había cosas que tenía idea, otras las confirmé, como cualquier investigador. Por ejemplo, se decía mucho que era mujeriego. Esa es una visión actual. Él llega a ser presidente de la República divorciado. Durante su gestión fue divorciado y mantuvo distintos vínculos. Hay autores que lo califican en términos clásicos.

Tuvo un accidente grave que cambió su vida...

Sí. Yo trato de mostrar algunos mojones o hechos que fueron utilizados por la dictadura de Terra para desvalorizar el acto de inmolación que él efectuó.

El accidente de San José le quitó el sentido de olfato. Decían que era muy irascible, sin embargo, eso fue en el 16 y él se suicida en el 33 y ocupa un montón de puestos en el medio.

El suicidio era el final que tenía previsto, porque hay unas horas de negociación que están detalladas en el libro que presentan algunas alternativas.

Él ya lo había hablado con otro integrante del Consejo Nacional de Administración, que no es lo mismo que el Consejo Nacional de Gobierno de las décadas de los 50 y 60.

Fue integrante de ese Consejo que estaba a cargo de algunos ministerios, mientras que el presidente estaba a cargo de otro. Entonces, había planteado llevar hasta el extremo o hasta las últimas consecuencias para defender las instituciones, inclusive "si esto llevara la vida". Esto no lo vuelve con una patología. Hay muchos elementos que intervienen para que una persona se suicide, es muy complejo.

Ese 31 de marzo de 1933 fue un día larguísimo, llegaron a la casa los policías a buscarlo, él se puso un saco encima de la camiseta y ya tomó armas para sacar a los policías y ahí se armó un espacio con sus hermanos y amigos políticos que se llamó "la República de Río Branco" y luego hasta las cuatro de la tarde se fue acercando gente para brindarle una posible salida. Incluso había un auto encendido a dos cuadras, y además no creo que Terra pensara que Brum se fuera a matar. Terra era del grado máximo de la masonería y renunció antes de dar el golpe de Estado y al mismo tiempo Brum también era hermano masón. Jamás Terra hubiera pensado en el suicido de Brum.