Contenido creado por Manuel Serra
Cultura

No tan conductores suicidas

Con Joaquín Sabina: “Creo que en Uruguay se respetan los semáforos y en Argentina no”

A días de su show en el Centenario, el cantautor habló de temas como su huida de los personajes que le adjudicaron, su nuevo disco y la situación en Cataluña.

15.12.2017 00:21

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2017-12-15T00:21:00-03:00
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Luego de ocho años sin discos de estudio -en medio hizo un par con su amigo Joan Manuel Serrat-, volvió al ruedo con un nuevo trabajo, que ya desde el título reniega de muchas de las etiquetas que con el paso del tiempo le fueron imponiendo la prensa y los fans. Es que con 68 años, lejos está de ese personaje calavera que va de boliche en boliche haciendo estragos en cada ocasión que se le presenta. En realidad no tan lejos, porque un pirata lleva siempre consigo los tatuajes que se fue haciendo en los diferentes puertos.

Hablamos, como ya se habrán dado cuenta, del mítico cantor español Joaquín Sabina y de su nuevo disco, Lo niego todo (Sony, 2017). En este trabajo cambió un poco su "equipo médico habitual" -como le gusta llamar a Antonio García de Diego y Pancho Varona, con quienes producía sus álbumes anteriores- y comenzó a trabajar con Leiva, un músico también español, pero muchos años menor, que le ayudó a renovar, de alguna manera, su forma de hacer música.

Con nuevas canciones en su haber, el oriundo de Úbeda cruzó el Atlántico y se dispuso a dar conciertos por casi todos los países de Latinoamérica. Argentina, Colombia, Chile y Perú son algunos de los países en los que ya estuvo. Y este sábado 16 de diciembre le toca el turno a nuestro país, que lo recibirá en un Estadio Centenario vestido de gala.

Unos días antes del show, Montevideo Portal visitó, junto a otros medios locales, al trovador español, que sentado, cerveza en mano -como no podía ser de otra manera-, habló de temas tan diversos como la composición de su nuevo disco, su primer show en Uruguay, su amistad con Eduardo Darnauchans, las diferencias culturales e institucionales entre Uruguay y Argentina y, lo que no podía faltar, la difícil situación que vive España, con el ferviente deseo separatista de Cataluña.

Negarlo todo

Interrogado por su nuevo disco, el cantautor explicó que fue una forma de huir a los encasillamientos que sufrió a lo largo del tiempo. "Es una autoparodia de la parodia que me creó cierta prensa y cierta gente", dijo al respecto. "Usé un montón de frases que había utilizado la prensa, y que a mí me parecen ridículas, como el ‘juglar del asfalto'. O la de Chile... llego un día y leo ‘Llega el profeta del vicio', y pienso ‘cómo me sobrevaloran'. Entonces hice una caricatura, en la que digo ‘lo niego todo'. Incluso la verdad", agregó.

Sin embargo, también asumió en parte su responsabilidad de que sucediera esto. "Es probable que yo contribuyera a esa caricatura del tipo que va con una botella de whisky aquí, un canuto, y mirándole los culos a las putas. ¿Cómo colaboré yo? Porque no me escondí, siempre anduve por la noche, siempre escribía en los bares".

En cuanto a la imposibilidad de huir de su propia persona, de su condición de ser Joaquín Sabina, la matizó y contó las diferencias que tiene su vida en público con su vida privada: "No puedo escapar en cuanto tengo el bombín en el escenario o estoy aquí. Aunque con ustedes me gusta más escapar. El resto del tiempo te aseguro que, con gente que me conoce bien, no tengo nada que ver con ese tipejo. Ando solo, con mis amigos, no se habla de mis canciones ni de nada de eso. Y hago esfuerzos sobrehumanos para llevar una vida razonablemente normal".

A esto agregó, con clara nostalgia, que, lamentablemente, como consecuencia de la fama que tiene, debió aislarse y no puede disfrutar de salir "a pasear por las calles o entrar a los bares por las noches hasta el amanecer", cosas que siempre le gustaron.

Otro tema al que hizo referencia fue el hilo conductor que atraviesa todo el disco: envejecer. Y la excusa para hablar de ello fueron los versos de una de sus nuevas canciones, "Lagrimas de mármol".

"Eso tiene que ver con la vejez. Porque pensé, y pienso, que uno debe hablar de lo que le pasa. Generalmente los cantantes no suelen hablar de la vejez y hacen bien porque nadie quiere oírlo, porque es lo que nos espera a todos. Pero en esa canción me metí directamente en ella pensando que iba a ser un horror, pero le encargué la música a Leiva, que es mucho más joven, e hizo una música que hizo que la gente se tragara el veneno con vaselina", explicó.

De vuelta a las canchas

El autor de "Peor para el sol", "Princesa" y "Contigo" explicó también que estuvo mucho tiempo sin ganas de componer, pero que, por suerte, este año volvió a querer hacerlo. Y resaltó que influyó mucho la compañía.

"En los años anteriores pasó que frecuenté mucho más a poetas que a cantantes, que a músicos. Entonces creo que las canciones, las de mis últimos discos, se literaturalizaron demasiado y se alejaron un poco del público de la canción", sostuvo, en relación a las influencias y al nuevo carácter de su disco.

También se mostró muy contento con la novedad de componer junto a Leiva: "Este año pasó que alguien tuvo la feliz idea de buscar una voz de fuera. Una inspiración de afuera, un tipo de fuera, de otra generación, muchísimo más joven que yo, que es Leiva. Y me llevó a un terreno que me gustaba mucho y que, además, como motor, como para empujarme a escribir canciones, con la intensidad que lo hice hasta ‘19 días y 500 noches', me sirvió. En veinte días escribimos veinte canciones, y volví a tener esa excitación que es hacer un disco poniendo el alma".

Por otro lado, afirmó también que toda la obra que lleva a sus espaldas es una presión extra, que le dificulta y lo desafía cada vez que debe ponerse a componer, y confesó que es "muy, muy autocrítico".

"El principal desafío es que, cuando lo leo al día siguiente, o lo oigo, no me de vergüenza. Lo que pasa muy a menudo. Tengo tantas canciones por detrás, cuatro o cinco que me gustan tanto, que lo que hago lo pongo a su altura y siempre digo ‘nunca más voy a escribir una canción como esas'", señaló.

Navegar el Río de la Plata

El cantautor también dedicó gran parte de la conversación a hablar de nuestro país, y de nuestros vecinos, y nos comparó en más de una ocasión.

En cuanto a su primer concierto en Uruguay, no supo decir a ciencia cierta cuándo fue. En cambio, sí recordó que tuvo una noche memorable con otro legendario músico, el tacuaremboense Eduardo Darnauchans. "Tuve un guía maravilloso por los bajos fondos que fue Darnauchans, el cantante lastimosamente desaparecido. Fue encantador y me metió en todos los boliches que cuyo nombre no recuerdo ninguno y acabamos a las doce de la mañana. Él se quedó a dormir en el hotel e hicimos una gran amistad", explicó recordando la que debió de ser una velada memorable.

Interrogado por una definición sobre su persona -"un anarquista que respeta los semáforos"- que suele usar desde hace tiempo, no solo dijo que la sigue considerando vigente, sino que la utilizó como una forma de comparación con la vecina orilla. "Creo, viniendo de Buenos Aires como vengo, ya saben cómo está Buenos Aires. Hemos vivido lo del submarino, hemos vivido la entrada en prisión de muchos ministros del kirchnerismo y ahora el asalto al Congreso. Creo que en Uruguay se respetan los semáforos y en Argentina no. ¿Me explico?", dijo.

Y en relación a la definición, la resumió de esta manera: "Es un anarquista que cree en los derechos de los demás, no un anarquista que vomita encima de la mesa de los otros solo para poder decir ‘yo soy anarquista'. La frase, sin embargo, no es mía, pero me gustaría que lo fuera. Es de Fernando Savater".

A su vez, comentó que con el Río de la Plata tiene "una relación muy especial" en ambas orillas. "En Argentina es impresionante y en Uruguay casi que me gusta más porque es buenísima la relación pero sin la histeria argentina. Yo creo que en Argentina y en Uruguay son los lugares donde más gente tengo y mayor grado de complicidad", afirmó.

Además, para alegría del público uruguayo, el poeta se animó a decir que, en palabras de su discográfica, somos el lugar en el mundo donde es más popular. "El Uruguay, me contaba gente de mi casa de discos, que entre el número de habitantes, las entradas vendidas y los discos vendidos, era el país del mundo donde más éxito tengo", sostuvo.

Cataluña y las redes sociales

Sabina, quien en su juventud debió exiliarse de España a causa del franquismo y su participación en la resistencia, también se refirió, y sin ningún tipo de tapujos, a algunos temas de actualidad y política.

En relación a la fiebre de las redes sociales y los teléfonos celulares, señaló que está totalmente por fuera, fue crítico con el rol que juegan estos en la sociedad de hoy y no teme perderse lo que sucede allí. "Creo que lo que pierdo por un lado, lo gano mucho por otro. Es decir, tengo tiempo para leer, tengo tiempo para escribir, para estar con los amigos sin que suene el teléfono cada momento. Y estoy convencido, además, que todo lo que no es basura, si es interesante, acaba saliendo siempre en la prensa. Así que pillo lo mejor, y me pierdo lo peor", sostuvo al respecto.

Por último, al tema que se refirió con más fuerza y que claramente era algo que sentía profundamente fue a la cuestión entre Cataluña y España. "He estado, y sigo, muy enfadado con la situación de Cataluña porque pocos lugares en el mundo han tenido las libertades, la democracia y el desarrollo que ha tenido Cataluña. Y que los más ricos se quieran separar de los más pobres es una cosa muy fea", señaló.

Y, además, sostuvo que el carácter nacionalista del reclamo no le gusta y le hace desconfiar: "El nacionalismo ha sido un cáncer durante todo el siglo XX. Yo tengo una antigua formación de izquierdas que me hace ser internacionalista, desear poner puentes y quitar fronteras. Que es el contrario de lo que está haciendo el gobierno catalán, que es un gobierno absolutamente irresponsable al que la historia le va a terminar cobrando muy caro cómo está separando a las familias catalanas".

"Hay gente que no puede opinar en público, que no puede salir a la calle. A Serrat, que era un ícono catalán como la Virgen de Montserrat o el Barça, le han dicho fascista. Y a mí también", concluyó.

Manuel Serra | (@serra_sur)