Alemania: empleado bancario pasa 6 meses contando una herencia de moneditas

La curiosa historia comenzó hace más de treinta años, cuando un camionero de la ciudad de Bremervörde tuvo una idea no demasiado original: guardar las moneditas casi sin valor que llegaban a su bolsillo, en procura de un ahorro mayor.

Y lo que al hombre le faltó en originalidad le sobró en constancia. A principios de este año le tocó viajar al otro mundo, y dejó a su familia una cantidad incontable -o no tanto- de monedas de 1 y 2 pfennigs, los centavos de los antiguos marcos alemanes.

Si bien el marco está fuera de circulación desde el año 2002, cuando entró en circulación el Euro, el Bundesbank, el banco central de Alemania, todavía cambia los billetes y monedas antiguos a la nueva divisa.

Así, en mayo pasado una camioneta arribó a la sucursal del banco en la localidad de Oldenburg, llevando la literalmente pesada herencia del camionero: 2.500 kilos de moneditas.

La tarea de contar el dinero recayó en un empleado bancario llamado Wolfgang Kemereit, quien pronto notó que la cosa no iba a ser nada fácil: las máquinas de contar no estaban hechas para los viejos pfennig. Además, el estado en que se encontraban muchas de las piezas no permitiría usar tales aparatos.

"Conté a mano y una por una cada moneda. Algunas estaban pegadas entre sí por el óxido, así que la tarea no fue para nada aburrida", dijo Kemerit con humor a la prensa local.

El trabajador dedicó cuatro horas diarias durante 180 días a contar y ordenar el "tesoro", que una vez cuantificado y convertido a la divisa actual, arrojó una suma cercana a los 8.000 euros: una herencia que algunos podrían considerar -por más de una razón- como "cambio chico".