Policía se suicidó frente su familia. Había pedido ayuda psicológica y le dieron hora a 30 días

Un funcionario policial de iniciales G.M.D.A., de 33 años y asignado a la Unidad de Respuesta de la Policía de Montevideo, se quitó la vida el pasado viernes propinándose dos disparos con su arma de reglamento. Según informara el portal noticioso Ecos, el uniformado cometió el suicidio delante de su pareja y su pequeño hijo.

Fuentes policiales manifestaron que el agente había concurrido el mediodía del jueves al Hospital Policial, donde manifestó tener problemas familiares y económicos y "se lo veía desesperado". La doctora que lo atendió le dio pase para el psicólogo, con turno para dentro de un mes.

En el sindicato policial (Sifpom) causó sorpresa y malestar que el personal médico no resolviera retirar el arma al conflictuado agente. El lunes habrá una reunión sindical en la que podría decidirse la presentación de una denuncia.

"Los policías saben que cuando hay una situación de este tipo, son desarmados y eso les trae perjuicios económicos. Por eso, cuando un policía denuncia este tipo de situaciones es porque está realmente desesperado", dijo al citado medio Patricia Rodríguez, presidenta del sindicato.

Efectivamente, el retiro del arma les impide desempeñarse en el servicio 222, perdiendo así la posibilidad de obtener ingresos extra.

"Si bien no se quiere culpar a nadie del suicidio, a nuestro entender se falló el protocolo. Queremos que se revea de ahora en más, que se le brinde asistencia al compañero que lo pide", detalló Rodríguez.

"Interior debe ser el ministerio con mayor cantidad de empleados con problemas de autoeliminaciones y violencia doméstica", agregó la sindicalista, achacando en parte esta situación "al estrés de una profesión tan demandante".