Contenido creado por Martín Otheguy
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Siempre en las sombras

Pablo Goncálvez sigue preso en Paraguay aunque habrá dictamen "en menos de cuatro meses"

Eric Ortega, de Interpol Paraguay, dijo a Montevideo Portal que seguirá detenido hasta que haya sentencia, que podría producirse antes de lo previsto inicialmente.

23.08.2017 10:15

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2017-08-23T10:15:00-03:00
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Pablo Goncalvez está preso en Paraguay desde el pasado 7 de junio, después de que fuese detenido en la ciudad de Salto de Guairá, en la frontera con Brasil, con cocaína, un arma y cartuchos. El uruguayo, que había sido liberado hace un año en nuestro país, declaró ante la fiscalía de la ciudad y luego quedó detenido.

Goncalvez presentó documentación para probar que se encontraba viviendo en esa zona de "manera legal".

El proceso judicial de Goncalvez, según se informó inicialmente, puede llegar a demorar un año como máximo, y durante ese periodo deberá permanecer detenido. La pena prevista para él puede ir hasta los quince años.

Eric Ortega, de Interpol Paraguay, dijo a Montevideo Portal que sigue recluido en la Penitenciaría Nacional de Coronel Oviedo (a 150 kilómetros de Asunción) por haber sido procesado por portación de arma de fuego y tenencia de estupefacientes.

"Aguarda sentencia del juez de la circunscripción. Nosotros estamos a la espera de lo que dictamine el juez. Hemos solicitado todos los antecedentes a Interpol Uruguay y nos brindaron todos los datos que el juez necesitó", señaló Ortega.

El funcionario explicó que, pese a los primeros pronósticos, es probable que en un plazo menor a los cuatro meses haya una sentencia. Agregó que "está en una cárcel modelo, como establecen las normas de derechos humanos, una de las primeras que se puso en práctica en Paraguay".

Sin embargo, un informe del diario ABC de Paraguay asegura que la penitenciaría tiene cupos para 500 personas pero alberga actualmente a 1300 que "viven en condiciones inhumanas y amontonados".

También tiene "un serio problema de seguridad, pues solo se tiene destinado a 18 guardias en cada turno para 1.300 presos, lo que imposibilita controlar el tráfico de estupefacientes y armas dentro del penal".