"Tengo con todos los viejos compañeros una hermandad de sangre. Las diferencias, las opiniones sobre el nuevo escenario político, eso es harina de otro costal"

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Contenido creado por Inés Nogueiras
Las 40

Tiempo al tiempo

Mauricio Rosencof cantó Las 40

"Tengo con todos los viejos compañeros una hermandad de sangre. Las diferencias, las opiniones sobre el nuevo escenario político, eso es harina de otro costal"

30.07.2013

Lectura: 23'

2013-07-30T07:15:00-03:00
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Por GERARDO TAGLIAFERRO


El 30 de junio Marcos Rosencof Silbermann cumplió 80 años. Lo anotaron con ese nombre, Marcos, pero para todos fue siempre Mauricio y después, cuando tuvo que elegir un alias para camuflar su identidad optó por Leonel, que era el de su hermano mayor, muerto tempranamente.

Rosencof fue muchas cosas a lo largo de ocho décadas: escritor, dramaturgo, poeta, periodista, director de la IMM, comunista y tupamaro. Algunas de esas cosas quedaron por el camino, como el rojo carné que lo ligaba a la liturgia bolche, pero otras lo siguen acompañando, aunque no ejerza. Una es la condición de tupa, una profesión de la que, ha dicho alguna vez, no es posible renegar cuando se estuvo dispuesto a matar y morir por ella. El "Ruso" fue, todos los sabemos, dirigente del MLN en lo más plomizo de los años de plomo y luego, por tal condición, rehén de la dictadura entre 1973 y 1985.

El 11 de octubre de 1972 el diario El País titulaba a ocho columnas: "Comando político de la subversión: cayó el cabecilla", informando de su detención por las Fuerzas Conjuntas. Sobre la actividad de Rosencof, ilustraba a sus lectores presentándolo como "nexo entre las máximas jerarquías del movimiento ilegal y los conspiradores que actuaban en el clandestinaje". Para la anécdota: en el mismo espacio, el matutino informaba sobre la captura de otro sedicioso, Ricardo Mario Ehrlich Szalmian, alias "José", el mismo que hoy es ministro de Educación y Cultura y que se dedicaba en aquel momento, según el diario, a "la coordinación con delincuentes que formaban otras columnas". Ehrlich era subordinado de Rosencof en la estructura "del clandestinaje" y muchos años después fue su jefe en la Intendencia.

El tiempo pasa y cambia las fichas de lugar, y la historia que se escribe con la pluma de la inmediatez suele quedar rápidamente desairada. Seguramente no era sencillo en aquel turbulento 1972 abarcar la esencia de Rosencof y tener la imagen completa por sobre las piezas del puzle. Es difícil, además, comentar el partido mientras se está jugando. Pero hoy, con el diario del lunes ya amarillento, conversar con este flamante octogenario simpático y jovial, reflexivo y filoso, es también encontrarse con aquel joven radical de utopías a medio camino y pistola a la cintura. El Ruso de las Tertulias de El Espectador, el de la magia de "El gran Tuleque" o el del previsible pero siempre atrapante relato de "Diez minutos" es también el Leonel de los interrogatorios en la cárcel del pueblo o las represalias al escuadrón de la muerte. Y aun más, es el que verá en diciembre estrenar "Il duce", la primera gran ópera creada íntegramente por uruguayos: García Vigil, Maggi y él mismo.

De eso se trata esta pequeña, acotada historia: de ir con este viejo tupa y escritor hasta donde se explican algunas de sus razones, sin la pretensión, naturalmente, de inventariarlas. Para la tarea tenemos, en una mañana soleada de julio, un grabador, café, corasanes salados, una ventana que si no fuera por ese inoportuno edificio de enfrente permitiría disfrutar del mar y mucho tiempo. Ese mismo tiempo que corrió vertiginoso en otras épocas y que hoy se consume mansamente, en el fuego lento de un hombre de ochenta años.


1) "Diez minutos", tu última novela, es otra vez un relato ambientado en tus años de cárcel. ¿Son historias que te siguen viniendo a la cabeza a casi treinta años o es algo que tenías escrito de antes?
No es que me sigan viniendo, las tengo integradas. Es una pieza más de un puzle que tiene que ver con todo un período que nos tocó mucho, fijate que trece años en la vida de cualquier persona significa recibirse, casarse, tener hijos, viajar a Europa. Entonces uno siente que ese es un gran navío de memoria que cada tanto hay que calafatear para que no haga agua por ningún lado. No es que uno se lo planteé así, sino que de alguna manera el interior te lo está demandando. Fijate que en aquellos años, en un momento nos enteramos con el Ñato (Fernández Huidobro) y nos comunicamos con ese morse que habíamos inventado con golpes de los nudillos en la pared, que había un compañero que tenía un cáncer y no lo trataban, que había dos compañeros que se estaban enloqueciendo, y entonces nos juramentamos que si alguno de los dos salía con vida iba a dar testimonio de lo que estábamos viviendo. En "Memorias del calabozo" decimos que hay que levantar una gran barricada de testimonios, y lo seguimos haciendo. De ahí viene "El bataraz", "Las cartas que no llegaron", "Sala 8".

2) Este libro nace de una anécdota en la que interviene tu padre.
Sí, estábamos en setiembre, por ahí, del 72. Nos estaban interrogando, el director de la orquesta era Gavazzo y la mano venía muy pesada. Yo ya había estado internado en el Hospital Militar, me habían visto en silla de ruedas, y un día me sacan porque le habían concedido a mi viejo una visita de diez minutos. Generalmente para una visita te afeitaban, te bañaban, pero esa vez no me prepararon nada. Me llevan, entra el viejo y le dicen: "Ahí está su hijo, tiene diez minutos. Siéntese". Entonces el viejo lo mira a él, mira la guardia, mira a los perros, me mira a mí, mira a otro guardia y dice: "Yo vine a ver a mi hijo, ¿dónde está?" Y los diez minutos de la visita fueron para explicarle al viejo que yo era yo.


"Bajo la ventanilla del auto y le digo (a Gavazzo): ‘Quién te iba a decir Nino, que después de tanto tiempo iba a ser yo el que te dé paso'"

3) ¿Por qué esta novela ve la luz ahora y no hace diez años o hace veinte?
Te contestaría lo que me dijo el "Macho" Gutiérrez, que era el quinielero del barrio: "No interrogues a la vida, mirá si te contesta". Esas cosas salen, se van madurando con el tiempo. Einstein decía que no tenía la menor duda de que cuando dormía las neuronas seguían trabajando, porque se acostaba con un problema y a la mañana siguiente lo tenía resuelto. Me pasa eso con muchas cosas, y por eso para mí la mañana es cuando las neuronas que me van quedando están activas y es el momento en que escribo. Después se van apagando.

4) ¿Tenés todavía cosas para contar de aquellos años de encierro?
Mirá... yo nunca me planteé hacer la novela anterior, que es "Sala 8", pero uno siente cuando escribe que está habitado. Estuve dos veces en esa sala, y con todos los personajes que vi ahí, con la ruptura de la realidad, donde los vivos y los muertos coexisten, en determinado momento me dije: "Ahora". Así que seguramente hay alguna otra semilla que está germinando y en algún momento va a salir. La próxima historia no tiene nada que ver con esto, tiene que ver con el barrio, que es otra de las vertientes.

5) Más amigable.
Seguro, pero mirá que nosotros sentíamos mucho la presencia del humor en las cosas que hacíamos, y que no está tan reconocido como un ingrediente importantísimo para la resistencia. Hay caricaturas que han hecho caer gobiernos. Lo más grave para un individuo que enfrenta una contrariedad es que empiece a mimosearse a sí mismo: "¿Por qué me pasa esto a mí?" A partir de ese momento va barranca abajo.

6) ¿Te pasó eso a vos en algún momento?
Nos ha pasado de todo. Decírmelo así, no. Pero nosotros tenemos registradas unas charlas en las que estudiábamos la mejor manera de suicidarnos. Aunque también ahí había resistencia porque tenía que quedar como que queríamos suicidarnos pero nos rescataban, para poder modificar un poco la situación.

7) Que fuera solo un intento de suicidio.
Mirá, me acuerdo de las herramientas que habíamos juntado. El Ñato había rescatado un alfiler, y había también una latita de esas con las que se cierra el paquete de galletas. Esa la tenía bien afilada y escondida, y la idea de él era cortarse las venas. Entonces yo le contesté que no, porque lo dejaban desangrar nomás. Y lo que hizo fue rescatar el verdín con las uñas, de la taza que usaba para ir al baño, y se inyectó mierda con el alfiler. Le dio fiebre, le dieron unas pastillas y chau pinela. Pero a la humanidad hay que entretenerla con algo, viste (se ríe).

8) Me decías que se juramentaron dejar testimonio de lo que estaban pasando. Fernández Huidobro lo hizo también, pero hace mucho tiempo, y Mujica -el otro miembro de la terna de rehenes que integraste- ha dicho expresamente que no quiere hacerlo, que él mira "para adelante".
Bueno, yo creo que es coyuntural todo eso, nadie puede desprenderse de lo que tiene adentro. Pero además te digo una cosa que acordamos los tres: nos juramentamos que nuestro frente de militancia en ese momento era resistir. Y resistir en ese momento era ir con todas las luces y toda la alegría a las visitas. Resistir era reciclar el pichí y brindar un 31 de diciembre diciendo la palabra Pommery. Ahora, que el Pepe y el Ñato han archivado eso... no, eso no se archiva.

9) ¿Por qué estás tan seguro, en el caso de ellos?
Te doy pistas: cuando estuvieron en Melo pidieron que los llevaran a los calabozos donde estuvimos. Cuando el Ñato estuvo en el viejo Séptimo de Caballería, en Santa Clara de Olimar, que era como que te sentaran en el Obelisco sin quitarle el pararrayos, lo mismo. "El portón ya no chirria", dijo, porque ese era uno de los sonidos más esperados a veces y más inquietantes otras.

10) ¿Por qué?
Para sacarte al baño, una vez por día, el portón del cuartel tenía que cerrarse. Y cuando chirriaba a deshoras... bueno, podía ser cualquier cosa, porque a mí Gavazzo en persona me había dicho que cualquier cosa que pasara afuera... "simulamos un intento de fuga y listo".

"En la Comisión para la Paz había gente que no sabía ni dónde estaba parada. Cotugno preguntó: ‘¿Quién es ese señor Orletti que mencionan tanto?'"

11) ¿Qué le dirías a Gavazzo ahora, si lo tuvieras enfrente?
Te voy a contar una anécdota. Yo vivía en Punta Carretas y tenía el "pericón", que era un Chevette. El pericón porque era una vueltita y adentro. Había un corredor largo, con una reja, donde yo lo metía. Un día meto la trompa para entrar, y está la reja cerrada. Y viene alguien de Punta Carretas, por la calle Bolívar Baliñas, caminando desde la rambla, con pantalón corto, championes y medias de tenis. Cuando llega a la altura del auto queda parado para ver qué hago, y yo doy un poco marcha atrás para dejarle espacio para pasar. El hombre saluda y agradece, pasa y sigue caminado. Y yo bajo la ventanilla y le digo: "Quién te iba a decir Nino, que después de tanto tiempo iba a ser yo el que te dé paso". Se dio vuelta, me miró y dijo: "Correcto". (Se ríe) ¡Y mirá que lo tuve entre la espalda y la pared! Mirá lo que son las cosas: alguien que por otros motivos en determinado momento tuvo que pasar por su apartamento, vio que en el living de la casa había una pequeña estatua ecuestre, en bronce, de Mussolini.

12) En algún momento llegaste a participar en conversaciones, en las que intervenían militares, para tratar de saber el destino de los desaparecidos.
En alguna anduve. Inclusive en alguna propuesta que se barajó en su momento, que estaba te diría que bien instrumentada. Era simplemente que en el centro hubiera un comandante en jefe (del Ejército) que no estuviera sindicado como violador de los derechos humanos y tuviera el respeto de las Fuerzas Armadas, porque si te distanciás mucho desconfían, y del otro lado "Perico" Pérez Aguirre. El único depositario de la información iba a ser ese comandante, con nombre y apellido.

13) ¿Cuál era ese nombre y apellido?
(Juan) Curutchet. Él era el único depositario de la información y el único receptor del otro lado iba a ser Perico.

14) Si me estás hablando de Perico tiene que ser hace mucho tiempo, a fines de la década del 80.
Ah sí, pero hubo después otras cosas que significaron avances importantes. Pero no me corresponde a mí mencionarlas públicamente.

15) Lo único que arrojó algún resultado en materia de información, antes de las investigaciones ordenadas por Tabaré Vázquez durante su gobierno, fue la Comisión para la Paz.
Yo creo que la Comisión para la Paz fue algo muy importante, pero no comulgo con la idea de que fue lo más importante. Fue un gesto importante de Jorge Batlle cuando asumió, hubo gente que trabajó, que se preocupó, que indagó, y hubo otra gente que no sabía ni dónde estaba parada. Cotugno preguntó a los tres meses: "¿Quién es ese señor Orletti que mencionan tanto?" Entonces, despacito y por las piedras. Debe ser de los príncipes a los que se refiere Francisco. Pero hay cosas que se desarrollaron desde el primer día, manejo de información discreta, reuniones compartimentadas, gente que estuvo dispuesta a dar un paso, que no son públicas.

16) Pero eso no llegó a resultados concretos.
Pero pará... ¡alto padre cura que la novia es macho! ¿No se entró a los cuarteles? ¿No hubo planos de la ubicación donde podía haber enterramientos? Preguntale a López Mazz. ¿No hubo desentierros? ¿No se constató que hubo una "operación zanahoria"?

17) Pero eso fue a partir de las investigaciones ordenadas por el gobierno del Frente Amplio.
Sí, seguro, pero en todo esto no hay una palabra clave, no hay una llave que abrió todas las puertas, es una acumulación de información, de datos. Fijate: no muchos pensaron que Julio Castro fue ejecutado. Pensamos que había muerto en la biaba. Sin embargo se ubica el terreno en que estaba, se identifica y resulta que le habían encajado un tiro de gracia entre ceja y ceja. Todo eso es información que se viene acumulando desde la cana, desde el primer día. Desde esas viejas heroicas que arrancaron ya en medio de la dictadura y que no aflojaron. Si vos tuvieras que identificar el rostro de la lucha por los desaparecidos pondrías un bronce con Luisa Cuesta.

"Me quedo con el pensamiento de los estoicos, que decían que la muerte no es problema: cuando ella está, yo no estoy; y cuando yo estoy, ella no está"

18) ¿Vos tenés secretos de tu militancia política que van a morir contigo?
No he pensado en las circunstancias de con quién voy a morir. Yo me quedo con el pensamiento de los estoicos, que decían que la muerte no es problema: cuando ella está, yo no estoy; y cuando yo estoy, ella no está. Secretos no, hay cosas que se mantienen con discreción. Hay información que no corresponde que yo la dé, Herrera dejó un testamento para diez años después.

19) La pregunta iba a lo siguiente. Tú conocés la mentalidad de muchos militares, negociaste con ellos, pasaste muchos años en los cuarteles. ¿Te resulta explicable esa concepción que muchos de ellos tienen y que los hace cerrarse en una negativa corporativa a dar información, aun treinta años después?
Creo que están mal leídos los que se plantean las cosas así. Hay un libro muy importante que tiene un nombre extraño y es sobre inteligencia y lo escribió alguien que fue director de la KGB. Sobre la información dice que cuando se produce una pequeña fisura, eso va a obrar como el agua del dique y cada vez se va a ir abriendo más. Si comparás lo que hay hoy y lo que había hace treinta años, hay un cúmulo de información muy grande.

20) ¿Cómo juzgás tu experiencia de gobernante, en la Intendencia?
Fue muy interesante porque te da la capacidad de hacer cosas: el proyecto esquinas, los teatros en los barrios. Trabajé con un equipo formidable, pero al mismo tiempo es desgastante porque empiezan a intervenir otros ingredientes a los que no estabas acostumbrado y que son una historia generalizada en toda la estructura del gobierno. Entonces, después de eso preferí opinar, cambiar ideas, sugerir cosas, y eso me permite seguir militando intelectualmente y en la misma barricada de toda la vida, sin asumir responsabilidades.

21) ¿Adeom fue un problema para vos?
Adeom es un problema para todos, porque los límites de la militancia gremial y los intereses sociales tienen que estar acompasados. No puede haber una isla fuera del territorio. Pero esa es una discusión que deben dar los dirigentes sindicales, en el PIT-CNT. Tienen que acordar hasta dónde llegamos, porque hay límites absolutamente para todo.

22) ¿Sos oficialista?
Nunca se me ocurrió serlo. Para mí este gobierno es mi gobierno, son mis compañeros. Y los problemas los resolvemos adentro, y creo que sigue siendo la mejor propuesta programática aunque haya que tropezar con estas dificultades.

23) ¿Leíste o escuchaste el discurso de Mujica en Cuba, en la conmemoración de los 60 años del asalto al Cuartel Moncada?
Más o menos estoy enterado. Se está manejando con una cintura que ni el "Chicharra" Ramos. Pero está muy bien, el fijar que fue una novia de la juventud... cada maestrito con su librito, las posturas de este gobierno no son ni las de Venezuela, ni las de Argentina ni las de Cuba. Pero estamos relacionados con todos ellos y particularmente en el caso de Cuba tenemos mucho para agradecer. Pero además te quiero decir algo. Se dice que nosotros somos hijos de la revolución cubana, pero en el año 1954 yo me encontré con Raúl Sendic, junto a Orosmín Leguizamón, organizando una gran marcha de peones arroceros, con epicentro en La Charqueada. Y ahí fue que Raúl dijo aquella frase: "es un ejército". Es decir que ese pensamiento ya estaba, como estaban antes de la revolución cubana los mineros bolivianos desfilando con el M1 al hombro. América es un fermento de revoluciones desde que José Gabriel Condorcanqui lega el nombre de Tupac Amaru a todos los que se soliviantaron contra el poder.

"Se dice que fuimos hijos de la revolución cubana, pero en el año 1954 yo me encontré con Raúl Sendic organizando una gran marcha de peones arroceros"

24) ¿Mujica estuvo realmente loco en los calabozos?
Mirá, la palabra no es loco. Las condiciones en las que estabas podían flanquear la desestabilización, pero una vez desaparecidas esas condiciones ibas recuperando el equilibrio. Yo te diría que en ese momento eran evasiones.

25) ¿Sendic formaría parte de este gobierno si viviera?
Lo que te puedo decir es que el "Bebe" fue, de todos los cuadros dirigentes del MLN, el que voló más alto. Que solamente su autoridad, su jerarquía intelectual y su carisma pudieron largar la consigna en el Penal de Libertad, antes de salir, de que salíamos para integrarnos a la lucha institucional y democrática sin cartas en la manga. Y además salió con un proyecto de reforma constitucional de carácter social que tenía que ver con el tema de la tierra. Lo que te puedo decir hoy es que era un hombre de mentalidad de estadista, sus planteos tenían fuerza y tenían originalidad.

26) Te hice la pregunta porque hay quien dice que no. Tupamaros que ocuparon puestos importantes, que conocieron a Sendic tanto como vos, dicen que este gobierno traiciona sus postulados. Zabalza dice eso, por ejemplo.
Y bueno... está bien. Yo te digo lo siguiente: tengo con todos los viejos compañeros una hermandad de sangre. Con el Pepe, con el Ñato, con el Tambero, con el viejo Marenales, el Inge (Manera)... Las diferencias, las opiniones sobre el nuevo escenario político, los puntos de vista, eso es harina de otro costal. Yo opino de Raúl lo que opino, trato de ser objetivo. De pronto con la visión de todos se puede armar un puzle.

27) ¿Hoy te jugarías la vida por Zabalza?
Eso de jugarse la vida... es como morir por un secreto, creo que estás tocado un poco por la presencia de Francisco en Brasil (se ríe con ganas). Para mí Zabalza es un pedazo de la historia, podemos tener diferencias pero es de esas cosas que están marcadas para toda la vida. Guardo cariño y respeto por todos los compañeros pero estoy ubicado políticamente en esa fuerza que instrumentó Seregni con un plantel de la gran puta que no se ha repetido. Yo tuve varias entrevistas con Allende, y su gran curiosidad era saber cómo había hecho Seregni para unir acá a comunistas, tupamaros y demócrata cristianos. Eso es insólito para todo el mundo y tiene que ver con algo que va más allá de la estructura de una organización, que es una cultura del Uruguay, donde los partidos pudieron enfrentarse en las cuchillas y entenderse para sacar adelante el país.

28) ¿Viste a Amodio en televisión?
(Piensa) Ah... sí.

29) En el programa Retrato Hablado, de Canal 10, el año pasado, cuando el periodista Nano Folle te preguntó si sabías dónde estaba Amodio, respondiste: "Si supiera no estaría acá". Ahora lo sabés.
Seguro, no estaría ahí con Nano Folle, estoy acá. Pero sobre esto digo solamente: hay en la historia acontecimientos que se cierran con la caída del telón, esta historia se cierra con las aguas de la cisterna.

30) Una de las cosas que se ha dicho a raíz de la reaparición de Amodio es que no fue él quien entregó la cárcel del pueblo, sino Wasem. Lo dijo él mismo, basándose en una entrevista que yo le hice a Marenales en 2009, en la que éste dice que Wasem aceptó negociar la entrega del local para que quienes estaban allí no se hicieran matar. ¿Cuál es tu versión sobre ese hecho?
Pasaron arriba de 5.000 hombres y mujeres por la tortura, por la cárcel, hubo violaciones, hay desaparecidos, hay muchos que murieron en el calabozo. Ninguno de los militantes se salvó de eso, solo una pareja. ¿Qué aportes tiene que haber hecho esa pareja para que el entonces coronel Queirolo participara en la modificación de sus huellas dactilares, no les tocara un pelo y en un vuelo los llevara a Madrid? Y que ahí quedaran hasta hoy. Después que las aguas cloacales caen al mar siempre hay algún adminículo que flota.

31) La reaparición de Amodio dio margen para que desde la academia o desde el periodismo se hable del "fin del romanticismo" en torno a la historia del MLN. Se argumenta que empezaron a aparecer con más fuerza las miserias y la sordidez.
Mirá, cada cual arma su barca y navega por las aguas que quiera. Yo en esas aguas no quiero navegar. Todo lo que provenga de ese lado tiene que ver con las dos respuestas que te di sobre el tema: en esas aguas no navego y además la referencia que hay que tener es esa: ¿qué aportes habrán hecho para que fueran agasajados con un vuelo directo a un país donde quedaron a buen recaudo? A buen recaudo no solo para ellos, sino para quienes hicieron el operativo desde acá, porque dejarlos en banda hubiera significado comprometerse ellos mismos. Y en España estaba Franco.

"¿Amodio? Después que las aguas cloacales caen al mar siempre hay algún adminículo que flota"

32) ¿Te parece que hay una historia "romántica" del MLN que empieza a ser cuestionada?
Cada cual hace de toda esta historia el verso o la investigación que quiera. Los que tenemos que ver con la historia, no como indagadores sino como activos participantes, pensamos lo que estoy manifestando en esta materia. No tengo ninguna navegación para hacer en estas aguas y no quiero dar pie para una respuesta que siga revolviendo este pozo negro.

33) Vos tenías una pistola de Fidel Castro ¿verdad? ¿Qué fue de ella?
Sí, es verdad, una Hi Power. Me llegó por intermediarios, estando allá, y vino a dar acá. Me la pidió Candán Grajales para una acción y cayó con él.

34) ¿Era de Fidel mismo?
En ese momento era mía. De la organización, yo la tenía en custodia.

35) ¿No sabés qué pasó con ella después, o no me querés decir?
No, no sé. El 14 de abril (de 1972) cayó con Candán. En ese lugar ejecutaron a Blanco Katras, "Marquitos", a Schroeder, a un botija, Rovira, y a Candán. Ahí los acribillaron, eso fue un fusilamiento. Nosotros fuimos un movimiento político en armas, nunca hicimos una antinomia entre parlamentarismo y lucha armada. Y en un período que insisten en llamar democrático e institucional en el que asesinaban estudiantes en la calle, como a Susana Pintos, o llevaban obreros a los cuarteles, nosotros hacíamos operativos donde no disparábamos un tiro, como el asalto al cuartel de la Marina. De la misma manera que las armas de Aparicio vinieron de Brasil, donde había peleado su hermano, lo nuestro está integrado en el espíritu de la historia de este país. Por eso los cuadros de la organización están hoy donde están.

36) ¿Qué sentís, a los 80 años, que te vas a quedar sin hacer?
Me siento en estado de hacer, así que no me planteé eso. Lo que me planteo en este momento es hacer las cosas que quiero hacer.

37) ¿Y qué querés hacer?
Me interesa mucho el país, la política, la sociedad, expresarme en literatura, en un artículo periodístico, en una audición radial, y no me planteo ninguna cosa pendiente. Tal vez por el razonamiento de que uno no puede medir el tiempo de acuerdo a los años de conciencia vital que puede tener sobre el planeta, sino que el tiempo es mucho más vasto y nos sobrepasa. Pensar que en el período en el que estamos se pueden realizar las cosas es pensar en lo imposible. Aunque es un buen tema pensar en lo imposible.

38) ¿Sentís que tenés que pedir perdón por algo?
La concepción del perdón no está dentro de mi filosofía ética, digamos. Hay mucha hipocresía en esa solicitud -aunque hay gente que lo piensa honestamente- y no rectifica ni mejora lo hecho mal. Hay circunstancias en las que pienso que no actué como debía y bueno, lo voy rectificando en ese esfuerzo por mejorar como individuo todos los días.

"La concepción del perdón no está dentro de mi filosofía ética, digamos. Hay mucha hipocresía en esa solicitud y no rectifica ni mejora lo hecho mal"

39) ¿Qué hay después de la muerte?
(Piensa) Después te cuento (se ríe)... Mirá, Einstein, poco antes de rajar, tocaba el violín en una sinagoga y una vuelta le hicieron una entrevista con la que me siento respetuosamente identificado, o aprendido digamos. Cuando le preguntaron si era religioso, respondió que era profundamente religioso, pero que no creía en ninguna religión revelada. Y agregaba que hay demasiada armonía en el espacio para que eso sea obra de la casualidad, pero no concebía, en medio de todas esas preocupaciones universales, a un tío que interviniera en el destino de los hombres.

40) ¿Qué crees que va a decir de vos quien te mencione cuando no estés: "era un escritor", o "era un tupa"?
Ah no sé... si vos estás, tomá nota y manteneme informado.

Montevideo Portal / Gerardo Tagliaferro
Fotos: Juan Manuel López
Por comentarios: tagliaferro@montevideo.com.uy