Contenido creado por Inés Nogueiras
Las 40

Recuerdos sin corbata

Mariano Arana canta "Las 40"

"Nosotros como oposición fuimos bastante duros, y a veces muy poco equilibrados"

07.05.2012

Lectura: 19'

2012-05-07T15:49:00-03:00
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Por GERARDO TAGLIAFERRO

La escena se ubica en el Parque Rodó. Primavera de 1984. Se acercan las elecciones, las primeras en trece años, se va la dictadura y Montevideo es una fiesta. El Frente Amplio, desproscripto hace poco, inaugura un comité de base, como casi todos los días, en casi todos los barrios. Es una noche preciosa, al estrado improvisado en plena calle se subieron políticos, cantores y alguna murga también. El reloj ya pasó por las doce y se metió en la madrugada del domingo pero nadie se mueve porque ahora habla Mariano Arana, ese flaco peludo con pinta de Groucho Marx que pasó de casi desconocido a candidato a intendente y encanta sobre todo a los jóvenes, porque no anda de corbata y les habla de che y vos.

En un clima que no da para solemnidades, Arana está como pez en el agua. La platea festeja su discurso y sus gestos y cuando ya va doblando el codo llega el último orador de la noche: el "Pancho" Rodríguez Camusso. Otro estilo, otros orígenes, el mismo entusiasmo. Como ya es tarde, los organizadores le dicen que suba al escenario y espere detrás de Arana a que éste termine su discurso, para arrancar enseguida. Pancho sube por una improvisada escalerilla y hace lo que le dijeron: se queda calladito atrás de su compañero. Arana ni se entera. Está en el clímax de su arenga, incentivado por el aplauso de la popular, y mete un recurso que ha probado rédito: la apelación a su aspecto "políticamente incorrecto". "Me piden que me ponga un saco y una corbata -dice, y escucha el ‘nooo' de la platea-. A mí me asfixian las corbatas. Además... -deja pasar unos segundos, crece la expectativa- ¡ya estamos hartos de políticos de traje y corbata, que lo único que hacen es venir a prometernos cosas que después no cumplen!" Se hace un brevísimo silencio y enseguida aparecen las primeras sonrisas que pronto se convierten en carcajadas. El orador nota algo raro en las miradas, que pasan a su costado y van hacia atrás. Se da vuelta y allí está Rodríguez Camusso, fiel a su estilo: riguroso traje azul, corbata al tono, zapatos que brillan como relámpagos. El Pancho se ríe, la gente mucho más, Arana también. Qué va a hacer.

Pasó más de un cuarto de siglo desde aquella noche del Parque Rodó. Rodríguez Camusso murió y Arana fue dos veces intendente, pero con corbata. Antes fue senador y después ministro. Pero si no hubiese sido por Hugo Batalla, que una tarde en el Cementerio Central, en un homenaje a Zelmar Michelini le dijo "vos tenés que ser el candidato a intendente", este arquitecto y docente quizás nunca habría salido de sus clases y sus estudios sobre la ciudad.

Después de que Tabaré Vázquez pusiera por primera vez al FA en el gobierno de Montevideo, Arana llegó al palacio de ladrillo en 1994 con poco más del 40 por ciento de los votos y fue reelecto cinco años más tarde con el 58 por ciento. Fue fundador de la Vertiente Artiguista y senador por ese sector, y en el primer gobierno nacional frenteamplista fue ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Las verdes le llegaron al final de su carrera política: el "caso Bengoa" lo puso en los juzgados y hasta tuvo un pedido de procesamiento, que a principios de este año el juez desestimó.

Arana hoy es un jubilado, según su propia definición, aunque actividad no le falta. Dicta conferencias y participa de seminarios sobre cuestiones relacionadas con su vieja pasión: la arquitectura y las ciudades. Dos por tres se le ve por el despacho de la bancada de Diputados de la Vertiente, donde está ahora mismo, con su cabellera blanca y una novedad post retiro en su look: una "chivita" que refuerza su aire de intelectual. Y, otra vez, sin corbata.



1) ¿Qué edad tiene?
Tengo 79 de vida y dos de resurrección, después de un accidente que pudo haber sido fatal, en una ruta. Tuve la suerte de que en lugar de que el impacto fuera contra mi puerta fue contra la posterior. No tuve ni siquiera una fractura pero durante un mes y medio muchos moretones y dolor. Pero puedo contar el cuento. ¡Y cero absoluto el espirómetro eh! Vino un médico que creo que era el ideal para mí, porque era pediatra, y me tomó la presión y no me decía cuánto tenía. Al final creo recordar que me dijo 24-10.

2) ¿Le cambió la percepción del enfrentamiento con la muerte a partir de ese momento?
No, la verdad que no. Uno se ha ido habituando: son tantos los amigos y conocidos que uno ha ido perdiendo, y últimamente con mayor frecuencia claro está.

3) Usted ha sido crítico con la ciudad en los últimos tiempos. ¿Cuál es el principal problema que ve hoy en ella?
La falta de compromiso de los ciudadanos con respecto al futuro de una ciudad absolutamente emblemática. Todo se le reclama al otro, nadie asume las responsabilidades propias. También tiene que haber un vínculo muy dinámico entre gobierno y gobernados.

4) ¿Le gusta la gestión de Ana Olivera?
Bueno, soy una de las personas que admira la capacidad de trabajar, la lealtad hacia la gestión y la vocación de trabajar en equipo de la intendenta. Recordemos que ella fue una colaboradora durante los diez años que estuvimos en el gobierno (de Montevideo). Tiene una gran capacidad de trabajo, un compromiso político y ético muy profundo y una capacidad de diálogo muy fuerte con la gente. De todas maneras, hay problemas. Por ejemplo en el aseo de la ciudad. Yo se lo dije a ella y me consta que ella también está preocupada por eso.

5) Para solucionar el problema de las toneladas de basura desparramadas alrededor de los contenedores, ¿no puede instrumentarse un sistema en el que el contenedor sea una suerte de buzón, en el que pueda meterse la bolsa pero no sacarla?
No creo que eso sea posible... no me imagino cómo puede ser eso... Con el sistema de camiones recolectores, que fue un avance extraordinario, desconozco si una solución así sería compatible. Pero ¿por qué no retornar al viejo procedimiento de los contenedores en reserva, que reponían aquellos que vandálica e irracionalmente se destruyen? Pero además se contaba con equipos de funcionarios municipales que iban a hacer la tarea de limpieza alrededor de los contenedores. De todas maneras, a más de veinte años de gestión municipal en Montevideo (por parte del Frente Amplio) y de ser gobierno por segunda vez a nivel nacional, creo que es incomprensible no enfrentar con audacia y firmeza otros problemas.

6) ¿Como cuáles?
Para mí es inconcebible que haya gente durmiendo en la calle. Bajo ninguna circunstancia eso es razonable, ¡bajo ninguna circunstancia! Además, en un momento en que se ha disminuido extraordinariamente la desocupación.

7) Hay gente que no quiere ir a un refugio, que prefiere dormir en la calle, ¿qué debería hacerse en esos casos?
¡No tiene derecho a hacerlo, porque el espacio público es espacio público! Y hay que asumir esas cosas sobre todo cuando uno es gobierno, sabiendo, más allá de las sensibilidades personales, que debemos cumplir con formas de convivencia colectiva que tienen que determinar hasta dónde van los derechos y las obligaciones. Yo no tengo derecho a usufructuar un ámbito colectivo privándole al resto de la población un espacio que le pertenece a todos. Y lo otro son los carritos: es absurdo en una ciudad en la que ha crecido extraordinariamente el parque automotor.

8) Los carros no son un problema nuevo, quizás hay cada vez más, pero hace muchos años que vemos carros por la calle. Usted fue diez años intendente, ¿qué hizo frente a este problema?
Desde luego que los veíamos como un problema y empezamos a considerar, así como lo está considerando la actual intendenta, cuáles son los apoyos internacionales que podemos tener para que todos los residuos vayan directamente a ámbitos techados acondicionados, con baños además con agua caliente, para permitir que la gente haga sus clasificaciones no a nivel personal sino por un sistema municipalizado. Que todos los residuos de Montevideo, por los sistemas públicos o privados, vayan a galpones equipados y que en cintas transportadoras se seleccione lo que se considere útil para la comercialización y el sustento de muchas familias que por ahora no tienen otras alternativas mejores, porque tampoco esto es lo más deseable. Después de veinte años de gestión municipal y de estar en el segundo período de gobierno nacional tenemos que generar préstamos a nivel internacional que nos permitan instalar ese tipo de usinas, que permitan que la gente que tiene esta tarea como opción, viva más decorosamente.

9) ¿Por qué no se hizo hasta ahora eso?
Pero antes teníamos una desocupación que duplicaba lo que tenemos hoy. Sabemos que ha ido disminuyendo la pobreza, sabemos que se redujo tajantemente la indigencia si bien estamos lejos de lo que yo desearía. Pero todo eso hace que las condiciones de hoy sean muy distintas que las de ayer. E insisto, tenemos por segunda vez un gobierno nacional que podría apoyarnos, en Montevideo y en otros departamentos.

10) Le iba a preguntar por algo que haya deseado concretar y no pudo como intendente, pero mejor le voy a mencionar algo yo: no hay cisnes de cuello negro en el arroyo Miguelete.
No, cisnes cuello negro nunca dije. Yo dije que íbamos a tener patitos y tenemos patitos. Tenemos zancudas que están anidando en los bordes del Miguelete, tenemos tortugas y tenemos peces. Cisnes de cuello negro no. Me parece recordar que cuando yo era niño había cisnes en el lago del Parque Rodó. Cisnes creo que no hay, pero patos sí. La recuperación del Miguelete fue fenomenal, pero no hubo magia eh, fue obra del saneamiento.


"A más de veinte años de gestión municipal y de ser gobierno por segunda vez a nivel nacional, es incomprensible no enfrentar con audacia y firmeza algunos problemas"

11) ¿Cuál fue el momento más difícil que vivió como intendente?
Y bueno, cuando vino la crisis (del 2001 - 2002). Hubo que tratar de hacer entender que debíamos contemplar simultáneamente las razonables retribuciones a los funcionarios, que por suerte eran superiores a las de la mayoría de los funcionarios públicos, y al mismo tiempo tratar de continuar contemplando las aspiraciones de la población montevideana, fundamentalmente los sectores más desvalidos.

12) La decisión, en aquel momento, de incumplir el convenio con Adeom, ¿la tomó solo?
No, nunca tomamos ninguna decisión solos. Fue dificilísimo.

13) ¿En algún momento pensó en cumplir de todas maneras?
No, "de todas maneras", nunca. Porque "de todas maneras", en una situación que nadie nunca había imaginado... porque ninguno de los analistas había previsto semejante colapso.

14) Para un gobierno de izquierda era complicado no cumplir un convenio con sus trabajadores.
Para cualquier gobierno lo sería, para uno de izquierda es doblemente complicado. Pero sabido es que un gobierno de izquierda particularmente, debe pensar en la totalidad de la ciudadanía y no en una porción de ella. Cuando hablo de la totalidad estoy pensando primero que nada en los sectores más desvalidos, para los que la mayor parte del presupuesto iba dirigido.

15) ¿En su equipo de gobierno había gente que no estaba de acuerdo con esa solución?
Hubo sí, gente que tuvo dudas. Pero la verdad es que se funcionó como equipo y no sabe cuánto le agradecí la lealtad absoluta a una decisión que no fue fácil de tomar. Lo mejor que puedo decir es que nosotros comenzamos ganando la Intendencia con un cuarenta y tantos por ciento y terminamos dejando el gobierno con un cincuenta largo de adhesión. Eso no lo dice todo pero algo dice.

16) Con la mano en el corazón, si usted hubiera sido oposición en aquel momento, ¿qué actitud hubiera adoptado con respecto al gobierno municipal que incumplía un convenio con sus trabajadores?
Y, probablemente... nosotros como oposición fuimos bastante duros, y a veces muy poco equilibrados. Recuerdo que habiendo nosotros perdido por poco margen la primera elección municipal luego de la dictadura y habiendo asumido (Aquiles) Lanza como intendente, alguna de las fuertes personalidades que todavía estaban en el Frente Amplio nos criticó porque en la agrupación departamental del FA propusimos y defendimos la idea de votar a favor el presupuesto presentado por Lanza. Se nos criticó duramente por la ingenuidad política que significaba que estuviéramos apoyando una tesitura de un gobierno que no fuera el nuestro. Pero yo, sinceramente, hasta el día de hoy entiendo que habiendo salido de una situación tremendamente crítica después de la dictadura y ante la necesidad de tener más ingresos para poder enfrentar muchas tareas nuevas, nos parecía de lealtad mínima hacerlo. Bueno, hubo gente que no lo consideró así.

17) ¿Quién era esa "gente"?
No... ya está fallecido. Qué necesidad. Pero cuando falleció había dejado el Frente.

18) Siendo intendente, en 2001, lo entrevisté y le pregunté si en ejercicio de su cargo había recibido presiones, y me contestó que sí, que las había recibido de actores políticos, pero se negó a especificar más. ¿Hoy puede contar quién lo presionó?
Cómo no, sí. No voy a dar nombres, pero puedo decirle que venía gente de distintos sectores políticos, de mi propia fuerza política, que quería que determinada persona estuviera en determinado cargo. Yo siempre entendí que aquel que recibe la confianza de la ciudadanía para ejercer un cargo de gobierno tiene todo el derecho de armar sus equipos de la mejor manera que lo entienda. Me acuerdo que respondí: "Mirá, respecto de esta persona, yo la respeto pero la verdad que prefiero esta otra que, por otra parte, es de tu agrupación". "No, pero nosotros proponemos a éste". "Bueno mirá, yo no estoy acá para defender la tesitura de cada fuerza política".

19) Así que dentro de la izquierda, y ya hace unos cuantos años, también había disputas por cargos.
Era lógica la expectativa, porque yo mismo les pedía que me trajeran nombres. Pero después me tenían que dejar en libertad de elegir a las personas que a uno le parecía que eran las más apropiadas por su compromiso político, su sensibilidad social y su competencia técnica. Y si bien hicimos un esfuerzo enorme por ser plurales y equilibrados, de ninguna manera admitimos criterios de cuotificación política. Y me resulta doloroso hoy comprobar que eso de alguna manera se ha perdido.


"Venía gente de mi propia fuerza política que quería que determinada persona estuviera en determinado cargo"

20) La Justicia archivó las denuncias en su contra en el "caso Bengoa", pero, ¿qué siente que hizo mal usted en ese asunto?
Posiblemente haber designado una persona sobre la que la Justicia puso dudas. Y hablo de la Justicia, no yo, porque yo no soy quien para estar determinando lo que solo ella puede determinar. Yo no lo conocía pero en fin... nos lo presentaron como una persona como tantas otras, que los distintos grupos sugieren para una tarea. En lo personal nunca tuve la menor vinculación con los casinos y lo aceptamos como una persona con idoneidad para esa responsabilidad.

21) ¿Lo ha visto Bengoa o hablado con él después de todo este trámite judicial?
No.

22) Cuando los casinos municipales daban pérdida, ¿qué pensaba usted como intendente?
Que era absurdo. Todos éramos conscientes de que había que tratar de revertir eso. Yo incluso llegué a decir, cosa que escandalizaba a alguna gente: "No veo por qué tenemos que tener casinos en Montevideo. No veo por qué la función municipal debe incluir la de los casinos". Pero como eran resoluciones que existían desde largo tiempo atrás... también es cierto que hubo formas que yo entendí muy desleales, como que en el propio departamento de Montevideo nos generaran una competencia que antes no existía respecto a los casinos nacionales, que estaban fuera de Montevideo. Nosotros teníamos el monopolio de los juegos de azar en la capital. Pero además había situaciones diferenciales: mayor cantidad de funcionarios mejor pagos que en los otros casinos...

23) Esas eran las explicaciones que daba la dirección de los casinos para justificar las pérdidas. ¿A usted le parecían razonables?
Me parecía entendible por qué se daba esa situación, que era crecientemente preocupante. Pero bueno... no fue la única discriminación que se nos hizo por parte del gobierno central.

24) En el proceso judicial que llevó este asunto, ¿se sintió respaldado por todos sus compañeros del Frente Amplio?
Por casi todos.

25) ¿Le puedo preguntar por quién no se sintió respaldado?
No. Tampoco creo que se lo digan ni "Marita" Muñoz ni (Alberto) Rosselli. ¿Para qué? Tuvimos un enorme respaldo, pero no solo del Frente Amplio, no se imagina la cantidad de gente que antes y después de la resolución judicial me demostró su simpatía y solidaridad personal, cosa que la verdad, en un contexto de civilización uruguaya en materia de relacionamiento político, la valoro muy altamente. Yo traté de ser consecuente con ese tipo de actitudes en otras oportunidades.

26) ¿Cómo valoró la actitud de Danilo Astori, que siempre evitó pronunciarse contra la actuación de Bengoa?
Bueno... son decisiones personales.

 

"De ninguna manera admitimos criterios de cuotificación política. Y me resulta doloroso hoy comprobar que eso de alguna manera se ha perdido"

27) Uno de los hechos que fue ventilado ante la Justicia fue el de una colecta entre empresarios, atribuida a Rosselli, para la refacción del Hotel Carrasco. ¿Usted sabía de esa colecta?
No, no tenía ni la menor idea. Tampoco me perturbaba una cosa de esas, porque los empresarios, cuyo interés obviamente es tener los mayores réditos posibles, podían estar interesados en mejorar las condiciones de los locales para sus propios negocios. Pero yo... en absoluto.

28) Tuvo dos careos con Bengoa en el proceso, ¿fueron muy tensos?
Bueno, yo me sentí totalmente tranquilo. Hay una cosa que quiero señalar, que sobre todo corresponde decirlo en relación a María Julia Muñoz y a mí: nosotros podíamos haber actuado, cuando todavía estábamos los dos en un ministerio, respondiendo a la Justicia por escrito. Pero nos pareció a los dos que no debíamos hacer eso cuando no debe haber diferenciaciones entre los ciudadanos, estén o no en cargos políticos de relevancia.

29) ¿Es cierto que el general Seregni le aconsejó alrededor del año 2002 que se desvinculara de su secretario personal Mario Areán?
Nooo.

30) ¿Nunca le planteó eso Seregni?
No, no, qué esperanza.

31) ¿Usted se equivocó con Areán?
¿Pero por qué? La Justicia también dejó eso totalmente aclarado.

32) Hay cosas que no son delito pero que pueden no estar bien vistas. Recordemos que el general Víctor Licandro renunció al Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio por discrepancias en cómo fue tratado este tema.
Sí, sí. Yo no tuve ningún problema, ni siquiera un intercambio de opiniones con una persona que, por otra parte, respeté siempre muchísimo. Recuerdo sí que en particular "Marita" Muñoz quedó muy dolida con eso.

33) ¿Con qué?
Con respecto a algunas opiniones que la comisión respectiva (que consideró el caso en el Frente Amplio) tuvo.

34) ¿Le causa pesar que al final de su trayectoria política o como gobernante haya tenido que ir a un juzgado como indagado?
En absoluto, al contrario. Me llenó de satisfacción la cantidad enorme de gente que en la calle, por teléfono, por mail y desde el exterior, desde América Latina y desde Europa, se comunicó para darme su apoyo.

35) ¿Alguno en particular que no esperaba?
Bueno no me gusta dar nombres, pero desde el ámbito de los partidos Nacional y Colorado, algunos incluso con los que tuve fuertes enfrentamientos, me dijeron: "Vos sabés muy bien que tuvimos nuestras fuertes diferencias pero nunca pensé ni remotamente que tú estuvieras en una situación que pudiera alejarme de la opinión que siempre he tenido de vos". Alguno incluso que se fue del Frente Amplio.

- ¿Se sintió respaldado por todos sus compañeros del Frente Amplio?

- Por casi todos.

36) Tiene una formación religiosa, ¿verdad? De la Iglesia Evangélica.

Metodista Central. Creo que eso me tiñó mucho. Me resultó particularmente fácil cuando entré a la Universidad, donde a uno se le abre todo un mundo de reflexión, abrazar la causa popular. Me indujo en todo momento, en cada instancia electoral, a apoyar las fuerzas que yo entendía podían representar mejor un avance sustantivo. Claro, cuando empezamos a votar en los años 50, qué me iba a sospechar yo que íbamos a ganar el gobierno y que yo podía incidir en una cuota mínima, con un granito de arena. Tengo que cuidar muy bien lo que digo porque en un discurso de gran tensión, en un marco de enfrentamiento clarísimo entre el gobierno nacional y el municipal, dije "hemos contribuido con un granito de arana" (se ríe).

37) ¿Sigue manteniendo la fe religiosa?
Sí, sin seguir lineamientos estrictos, que nunca los hubo por otra parte en la Iglesia Metodista. Hubo pastores extraordinarios, sobre todo el pastor Castro, un hombre emblemático en su consecuencia entre sus convicciones religiosas y su compromiso cívico. Con el general Seregni mantuvimos una relación de respeto y afecto con Monseñor (Carlos) Partelli y con aquel nuncio apostólico, no recuerdo ahora el nombre, que era un hombre muy gracioso y además muy buen cocinero. A Seregni le gustaba mucho comer una buena pasta y tomar un vasito de vino. También con una persona profundamente religiosa como fue el "Tucho" (Alberto) Methol, u otro hombre religioso como Carlos Real de Azúa y otro extraordinariamente religioso, casi un místico, ese talento inmenso que fue el ingeniero Eladio Dieste.

38) ¿Cumple algún rito religioso?
No, no. Pero hay marcas muy firmes que quedan para toda la vida. Por eso siempre tuve una fe inquebrantable durante todo ese proceso judicial que para muchos llegó a ser muy desagradable. Yo realmente nunca tuve la menor inquietud.

39) ¿Qué hay después de la muerte?
Bueno, espero que una nueva vida. Después se la cuento (se ríe).

40) ¿Cree que dentro de veinte o treinta años Montevideo va a tener una calle con su nombre?
La verdad que nunca pensé en eso. ¡Por favor, si alguien comete la tropelía de tener esa idea, de ninguna manera le cambien el nombre a una calle para poner el mío!

Gerardo Tagliaferro / Montevideo Portal
Fotos: Juan Manuel López