La madre del Kiki: "Perdón, soy la madre del causante de tanto dolor en otras familias"

Falleció este miércoles el joven Cristian Pastorino, de 21 años, que se había disparado el martes tras verse cercado por la Policía.

El joven padecía muerte cerebral producto del disparo y finalmente perdió la vida sobre el mediodía de este miércoles. Era buscado por tres homicidios, entre ellos el de su ex pareja y el de Florencia Cabrera, cajera de supermercado.

Pastorino era el menor de tres hermanos. Su madre, que trabaja como modista y estaba amenazada de muerte por su propio hijo, charló con el diario El País sobre lo sucedido.

"Yo estoy pasando por un duelo, soy la madre del causante de tanto dolor en otras familias. Estoy destrozada. Quiero pedir perdón, no pude evitar todo esto. Todo esto me da mucho dolor y vergüenza. Mi hijo se lo buscó, pero mató a gente inocente", dijo la mujer al periodista Pablo Melgar.

En un mensaje a la sociedad, agregó: "No descuiden a sus hijos, cuando nos damos cuenta ya es tarde, hay que desconfiar de cualquier movimiento extraño".

En cuanto al contexto familiar, la mujer contó que Pastorino era un niño tranquilo y no tenía malas juntas hasta salir de la escuela. "Lo atendí más que a los otros dos hermanos que salieron buenísimos, trabajadores", contó.

Cuando pasó a segundo año de liceo, se negó a seguir estudiando ni quiso comenzar la UTU, donde lo inscribieron sus padres. "Me dijo que podíamos pegarle o matarlo pero él no iba a estudiar", contó la madre al matutino, agregando que Kiki comenzó a juntarse con "el pichaje" y a los 14 ya cometió su primera rapiña (estuvo siete meses en el INAU).

Se mudaron de La Teja a Sayago con el fin de cambiar de ambiente, pero el joven iba y venía de la casa. De mayo del 2016 a febrero del 2017 estuvo detenido en el Comcar por receptación y tenencia de armas, poco después de dejar embarazada a su novia.

Al salir, su hermana le hizo un currículum para que trabajara pero a los pocos meses su conducta empeoró_ abandonó a su novia  por otra chica y comenzó a tener problemas con las drogas, llegando a romper todas las cosas de la casa. Como su madre llamó a la Policía, el joven la amenazó de muerte tanto a ella como a su ex pareja, a la que acusó de traidora.

El 6 de diciembre mató de cuatro tiros a su ex pareja, madre de su hijo, cuando se encontraba en el living de su casa (frente al bebé de ambos y a otro hijo de la mujer).

"Tuvo que morir alguien bajo las cámaras para que hicieran algo. La madre de mi nieto también era una persona. ¿Por qué no hicieron algo antes? ¿Tiene que morir más gente para que se muevan?", dijo la madre de Pastorino a El País.

Reiteró que sabía que su hijo no volvería a la cárcel y no se entregaría, porque había pasado muy mal en el Comcar. Tras su muerte, personal de ASSE extirpó su hígado y riñones, en cumplimiento de la ley de donantes de órganos y tejidos.