Jefe de Policía negó que la presión social haya acelerado la captura del Kiki

El delincuente Cristian Pastorino, buscado por tres homicidios -el último de ellos el de la cajera Florencia Cabrera- intentó auto-eliminarse ayer al verse cercado por la Policía y está internado con muerte cerebral.

La rápida actuación policial, que permitió dar con el criminal menos de tres días después de cometido su último crimen, despertó controversia por las diferencias de procedimiento con el anterior crimen cometido por Pastorino.

El delincuente era buscado desde comienzos de diciembre por el asesinato de su ex pareja, pero la Policía no logró dar con él desde entonces, pese a haber realizado varios allanamientos.

La fiscal Diana Salvo , que investigaba el asesinato de Alison Pachón, mostró incluso su preocupación antes del homicidio de Cabrera. "Lo que me dejó mal fue que si el último allanamiento hubiera sido fructífero se habría evitado el horror del sábado siguiente", dijo la fiscal.

Esta mañana, el jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez, dio una breve ronda de prensa para referirse a estas críticas y explicar cuál fue el procedimiento policial.

Pérez negó que haya sido la presión social la que llevó a la Policía a solucionar rápidamente el caso. "La presión social la Policía la sufre siempre. Diría que por el contrario, lo que tuvimos de la sociedad fue la colaboración, con alguna información o dato que nos permitió avanzar mucho más rápido que lo que pudimos avanzar en otros procedimientos", dijo Pérez.

Antes del crimen de Cabrera, se realizaron ocho allanamientos y dos inspecciones de finca intentando dar con el paradero del delincuente. "Lo que hubo distinto en este caso es que tuvimos otros elementos para poder investigar, eso hizo que el esclarecimiento haya sido más rápido", contó.

Además, negó que haya habido cambios en el equipo de investigadores sino "un acople de investigadores de otras zonas", ya que uno de los homicidios se registró en Zona 4 y otro en la Zona 2. "Incluso uno de los que ingresa a la finca era el oficial a cargo del caso Alison", dijo el jerarca policial.

Aparte de la ampliación del equipo de investigación, "tuvo mucho que ver el tema de las cámaras de videovigilancia", dijo Pérez. También negó que se hubieran producido filtraciones internas en la Policía que evitaran dar con el criminal antes.

"En estos procedimientos la Policía no puede imaginarse el final de un hecho, pero sí debíamos tener en cuenta la violencia del delincuente. No solamente en los hechos de diciembre sino en otros anteriores. Él había amenazado a su propia madre y al abuelo de su ex pareja, ambos con custodia", señaló Pérez.