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El hecho ocurrió durante la madrugada del lunes en el barrio coruñés de Labañou.
Según informa el periódico La Voz de Galicia, el número de emergencias 092 recibió la llamada de un niño que decía que su madre estaba siendo golpeada. Los operadores intentaron tranquilizar al pequeño y enviaron de inmediato dos patrulleros al lugar.
Al llegar al apartamento desde el que se había hecho la denuncia, los agentes se toparon con una mujer muy nerviosa que les comunicó que su expareja, que tenía una orden de alejamiento, se había presentado ‘como un loco', pese a la orden judicial de permanecer a más de 500 metros.
Dentro del domicilio, el hombre había amenazado a los dos niños y a la mujer, a quien luego agredió a golpes. Los policías notaron a primera vista un gran hematoma en el rostro de la dueña de casa.
Los agentes procedieron entonces a esposar al hombre, que acabó calmándose. Luego fue trasladado a dependencias policiales, donde pasó la noche en los calabozos. Al día siguiente fue puesto a disposición judicial con cargos por los delitos de allanamiento de morada, violencia machista e incumplimiento de la orden de alejamiento.
Los agentes reportaron que al momento de arribar al apartamento, el niño que había hecho la llamada estaba haciéndose cargo de su hermano de pocos meses, al que alimentaba con un biberón.
Los menores fueron puestos a disposición de los abuelos maternos, que se los llevaron a su casa, mientras que la mujer fue trasladada a un hospital.
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