El caso Diyab tiene versiones exactamente opuestas, según los relatos de los dos abogados

El sirio Jihad Diyab denunció por estafa a un comerciante palestino en Rivera, al que dice haber prestado 35.000 dólares que no fueron devueltos. A su vez, el comerciante Omar Khader Attalla denunció a Diyab por apropiación indebida de un celular y dijo a la Policía que el ex Guantánamo integra el Estado Islámico.

El abogado de Diyab, Juan Segura, dijo a Inicio de Jornada, de Carve, que el sirio recibió la plata en un lapso de cuatro o cinco meses, tras pedir ayuda a familiares en Siria y Turquía para que lo asistieran en un emprendimiento que el propio comerciante denunciado planteó cuando se encontraron en Montevideo. Agregó que tiene pruebas de que se hicieron giros directamente al comerciante por Western Union.

Sin embargo, el abogado del comerciante palestino sostiene exactamente la versión opuesta de la historia y asegura que también tiene pruebas

El abogado Mariano Camacho habló también con Inicio de Jornada y recordó que su cliente "tuvo buena fe para con su amigo Diyab". Todo comenzó con una amistad, hay que recordarlo", dijo Camacho.

"En verdad, mi cliente manifestó que Diyab nunca le prestó plata, que lo que sucedió fue al revés. Quien necesitaba plata era Diyab. Mi cliente, por razones humanitarias, le prestaba dinero. Así fue que se dio la cosa, no hay otra versión de la historia. Mi cliente tiene recibos, comprobantes de que le prestaba plata a Diyab. Si nos ponemos a estimar lo que fue prestado, hay unos 5.000 dólares, no más que eso", remarcó.

"No hay préstamos por parte de Diyab a mi cliente y sí al revés, dado que le pedía dinero hasta para poder comunicarse por Internet, hacer llamadas y trasladarse. Omar trae a Diyab a Rivera para poder ayudarlo", señaló. "Diyab no tiene plata, necesitaba la ayuda de mi cliente. No tiene condiciones económicas y nosotros vamos a aportar las pruebas", prosiguió.

Con respecto al deterioro de la relación entre ambos, Camacho comentó que cuando compartían apartamento en Rivera, en un momento llegó al lugar la esposa embarazada del comerciante. "Según la costumbre musulmana, Diyab debió retirarse. Él estaba con otro amigo, y cuando llegó la mujer debía irse a cualquier otro lugar, independientemente de si tenía sitio. Eso no sucedió, Diyab se quedó con el amigo y hasta conversaron con la esposa de Omar y le preguntaron cuestiones de la pareja. Le molestó muchísimo a Omar", dijo.

Con respecto a las vinculaciones con el Estado Islámico, dijo que no está involucrado en esa denuncia y que nunca habló al respecto con su cliente.