Contenido creado por Martín Otheguy
Entrevistas

El regreso del hijo pródigo

ENTREVISTA A ALEJANDRO CORCHS

Creció entre la mentira y la verdad de sus padres desaparecidos, fue estafado junto a otros familiares de víctimas de la dictadura y se decidió a iniciar, poco después, un camino espiritual que lo llevaría al chamanismo y la literatura. Entrevistamos a Alejandro Corchs, que se prepara a publicar su segundo libro.

10.10.2007

Lectura: 12'

2007-10-10T15:39:00-03:00
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Montevideo Portal

A nivel de un análisis primerizo y ramplón, la historia de Alejandro Corchs parece sacada de una novela rusa del siglo XIX, llena de desdichas en fila. Antes de cumplir los dos años, sus padres fueron secuestrados, desaparecidos, torturados y asesinados por el aparato represor de la dictadura. Desde entonces, criado por sus abuelos, Alejandro sufrió una mentira continuada sobre el paradero de sus padres y luego lidió con la verdad. Fue estafado en decenas de miles de dólares por partida doble -en una ocasión con la herencia de sus padres desaparecidos- recibió una inexplicable y brutal golpiza que lo tuvo hospitalizado y convivió durante largos períodos con ataques de psoriasis.

Corchs, que también supo ser un DJ y empresario exitoso, vivió un subibaja de experiencias y situaciones hasta que tuvo una revelación. Decidido a encontrar una explicación a su propia vida, se embarcó en un viaje espiritual que lo llevó primero al mundo del chamanismo y luego al de la escritura.

Su primer libro, "El regreso de los hijos de la Tierra", está tan partido en dos como su vida. Narra su historia como hijo de desaparecidos y realiza un quiebre a la mitad, cuando inicia su historia espiritual. A modo de pegamento para unir las partes, Corchs utiliza un estilo de escritura vigoroso y una prosa llana, franca y emocional que logra ser sensible sin llegar a la sensiblería. Independientemente de lo que el lector decida creer, Alejandro narra su propia historia con buen gusto y convierte su propio viaje personal en una experiencia digna de ser compartida.

Dentro de escasas semanas publicará su segunda obra, que retoma y concluye algunas de las preguntas que su primer libro dejaba sin resolver. Sobre algunos de los temas aquí insinuados, tanto terrenales como espirituales, charlamos junto a Alejandro Corchs -Corcho para los amigos- en un clásico bar de ciudad en el que no sirven ayahuasca.


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¿Cuál es el título del libro?

Esa es una primicia. El subtítulo es "El regreso de los hijos de la Tiera II" y el título, según acabamos de definir, es "La unión de la familia". Retoma donde deja el primero. Tiene la información que yo encuentro sobre mis padres y que me confirma la Comisión para la Paz. Está también todo mi tema familiar, muy fuerte, con el conflicto militar-desaparecidos de mi entorno. Mi tío es militar y mis viejos son desaparecidos. En este segundo libro la familia se decide hacia un lado o el otro, y se cuenta cómo y de qué manera.

¿El segundo libro está dividido igual que el primero, donde comienza como la historia de un hijo de desparecidos, hace un quiebre y engancha con tu historia mística personal?

Es como todo en la vida. El mayor defecto que tiene el libro es su virtud. Está partido en dos. Logra que gente a la que le interesa la política lea sobre espiritualidad, y logra que gente que sólo le interesa espiritualidad se entere sobre política en la tierra y la situación en general.

¿Pero en el segundo está mezclado?

Está completamente unido. Todo está metido en el medio. El primer libro también tiene que ver con el momento en que estaba mi vida. Yo me encontraba así. Tengo una historia particular en la que luego empiezan a pasar cosas y yo siento esa división. El segundo arranca de pique con ese cuestionamiento a las dos realidades: la que uno ve todos los días y la virtual, digamos. Es sobre esa disociación, la necesidad de que se manifestaran las dos cosas en un mismo lugar.

¿Llegás a tocar en este libro la actuación del gobierno en el tema derechos humanos?

Tiene diálogos con la Comisión para la Paz, temas políticos y lo sucedido con el gobierno anterior y con éste.

¿Averiguás en este nuevo libro qué es lo que le pasó a tus viejos?

Sí, el segundo empieza con eso, va directo a eso

Te lo pregunto porque el nombre de tus padres (nota: Elena Lerena y Alberto Corchs, desaparecidos el 21/12/77) figura en la nómina del tercer traslado de detenidos desaparecidos, que diera a conocer la prensa hace muy poco, y por el que hay una causa a punto de resolverse judicialmente. ¿Esa información ya la tenías?

Esa información yo ya la tenía por la Comisión para la Paz. En el libro cuento la entrevista que yo tuve, justamente, con la Comisión. Lo de mis viejos lo sé hace como cuatro años, por lo menos, pero hay información que no se maneja públicamente y no se supo hasta ahora por mero manejo político.

¿Qué pudiste averiguar al respecto?

El primer libro termina con una visión que yo tengo, y el segundo empieza con un cuestionamiento sobre esa visión. A mi la Comisión para la Paz, cuando me reúno, me dice que mis dos padres se mueren el mismo día y me dan unos certificados. Yo me voy con ellos, pero recordaba que mi padre se había muerto quince días después que mi madre a causa de una visión que yo había tenido.

¿Pero no tenías ningún dato que pudieras manejar con la Justicia? Porque la visión es claro que no iba a valer.

La Justicia me decía que se murieron los dos el mismo día, y yo el dato que tenía era sólo por el retiro de mi Búsqueda de la Visión. Ahí es donde nace mi primer conflicto interior-exterior. Yo sé una cosa y afuera me dicen otra. ¿Cómo hago para seguir creyendo en las cosas, con la total certeza de lo que me pasa en las visiones, si en realidad tengo un margen de quince días según la Justicia? Aunque parezca una tontería, luego de algo así yo no puedo creer. Tomo la decisión de ir y plantear a la Comisión para la Paz que yo sé que esa información es incorrecta, y que mis padres no habían muerto el mismo día. De hecho yo presencio la muerte de mi madre en tortura, y con mi padre me pasa algo raro, no entiendo cómo es que muere. Tengo una sensación de agua, pero no llego a darme cuenta.

Voy y planteo el tema con todo el temor de que esta gente me diga: "Y bueno, ¿cómo sabe usted?", y en ese caso yo tengo que empezar a revolear barajas porque si les digo que estuve abajo de un árbol, en un retiro, y que ahí me llega la visión, a nivel judicial me iban a creer loco. Pero me dije, "me la juego, quedaré como un nabo y que sea lo que sea".

¿Tuviste que explicarlo así?

Tuve una gran fortuna en la situación. A mí me recibe Ramela y el sacerdote que sustituye a Perico Aguirre cuando fallece. Y al momento de encontrarme yo les iba a decir -jugado, si me preguntan cómo, iba a hacer alusión a una fuente que no puedo revelar- "vengo con estos certificados de mis padres, donde dicen que mueren el mismo día y eso no es correcto". Y Ramela me dice: "Esperá un momento, no me digas qué información manejás que tengo el libro maestro acá, y yo te digo cuál es la información que hay, a ver si coinciden". Empieza a leer el libro, y descubro que allí decía que habían muerto con quince días de diferencia. El papel que me habían dado a mí estaba mal y era un error de transcripción, nada intencional. Para mí fue muy fuerte, porque también tuve mucha fortuna y protección. Si me llevaban a las cuerdas yo les iba a decir la verdad. Esa fue una de las primeras cosas que me llevaron a unir la espiritualidad con las cosas diarias de la vida.

De allí -refiriéndome al libro- fui profundizando y buscando testimonios, agregando historias. Recién hace veinte días me reuní con los vecinos que me cuidaron una semana cuando mis viejos desaparecieron. Ellos me encuentran a mí. Yo hago una nota para Clarín en la edición Domingo, ellos me reconocen en la nota y me ubican. Nos reunimos y pude tener más datos. Cuando sos hijo de desaparecidos, sabés que tu historia es de armar y rearmar constantemente, aunque sean detalles tontos. Siento, por ejemplo, que la historia de mi madre no está resuelta y que algo va aparecer sobre el desenlace, pero no sé qué. Me refiero a su cuerpo. Ella queda supuestamente en tortura en Argentina en uno de los pozos y no sé por qué -intuición o lo que sea- tengo un pálpito de que mi madre tiene algo escondido abajo del poncho y se va a revelar luego.

¿Y de tu padre?

A mí hace dos años el gobierno me da la transcripción de las declaraciones de mi padre cuando está preso. Y fue una joyita ver cómo los tipos seguían con su causa. En medio de la tortura y de lo peor, seguían haciendo todo lo que sentían que tenían que hacer y no se quebraban. Esa información es sacada en tortura en Argentina, y sin embargo a mí me la da el Poder Ejecutivo uruguayo.

¿Te la da el secretario de Presidencia, Gonzalo Fernández?

Me la da alguien del Poder Ejecutivo, un ex GAU (Grupo de Acción Unificadora), grupo al que pertenecía mi padre y que buscaba a gente que hubiera sido GAU. Lo que no se dice es que esa información estaba en la marina de acá, sale de la marina uruguaya.

- Y eso para vos confirma lo que hablábamos, que las detenciones de uruguayos en Argentina estaban coordinadas o decididas por oficiales uruguayos.

¿Pero más prueba del Cóndor, quieren? Me lo dio el Poder Ejecutivo, no lo inventé yo. Me la dio en la mano un susbsecretario del ministerio y me dijo "Tabaré dice que primero lo sepan los familiares" Claro, para el manejo público de esto él pide reserva. Yo creo que a dos años de sucedido tengo derecho a decirlo. Y si no estoy, lo siento ¿Qué estamos discutiendo? El Poder Ejecutivo de todos los partidos -porque lo de los vuelos me lo dice el Poder Ejecutivo de la Lista 15- ya sabe todo. Acá hay una discusión para los medios y una verdad de fondo que nadie termina de asumir por el costo que tiene levantar la verdad, el costo político que los diputados y senadores pueden tener por decir: "esto es lo que pasó".

¿Qué explicación te dieron en cuanto a las declaraciones de tu padre? ¿Por qué estaban en manos de la armada uruguaya si había sido torturado, supuestamente, sólo por militares argentinos?

Ahhh, que no se sabe cómo llegaron. De hecho estaban transcriptas en un documento de Word, editadas.

¿Cuál fue tu impresión al leer esas líneas?

Ojalá la gente que está ahora tomando las decisiones estuviera a la misma altura en cuanto a convicción, libertad e igualdad que mi padre y toda esta gente que llegó a ese lugar, equivocada o no, buscando que todo fuera igual para todos y no retaceando el compromiso según los propios intereses. Es ridículo que esta sociedad siga cuestionándose si la verdad nos va venir mejor o peor, si la ley de Caducidad está bien o está mal y que la misma izquierda se lo cuestione. No tiene sentido. Una cosa es si a vos te afecta directamente o no la verdad, si querés saberla, si podés. Pero como sociedad, la búsqueda de la verdad, el ejemplo para las futuras generaciones, el cerrar y laudar una herida para que no se vuelva a repetir, que se sepa qué pasa cuando personas abusan de otras a través del poder... eso no tiene cuestionamientos. Que no se haga eso por especular con una próxima elección, es transformarse en lo que siempre dijiste que no ibas a ser... un especulador del poder. No tiene sentido.
¿Y qué esperás vos? Porque los datos, según lo que decís, están. ¿Qué es lo que pretendés del gobierno?

Esto lo tienen que laudar las FFAA. Yo tengo familia que trabaja allí hoy, y ellos mismos, conversando, a pesar de las diferencias, tienen claro que las FFAA deben limpiarse y decir: "yo no estuve de acuerdo con esto y estoy para proteger a la ciudadanía". La mayoría de los militares quiere proteger a la comunidad, no tengo dudas, pero mientras las FFAA sigan manchadas de sangre y abuso, están todos manchados, no los 10 o 20 que lo hicieron. Lo que yo creo que va a pasar, inevitablemente, es que la verdad va a salir, porque es como querer tapar el sol en las manos

¿Creés que el secretario de la Presidencia tiene datos que no dice?

No lo tengo claro. Pero que el Poder Ejecutivo no está a la altura que debería estar en este tema, ni tomando las soluciones que debería tomar, estoy seguro. No está a la altura porque no se da cuenta que la sociedad quiere cerrar este tema de una vez, y para cerrarlo hay que ir al fondo, no poner curitas.

Leé la segunda parte de la entrevista

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