Con ayuda de sus cuatro hijas, una mujer contrató sicarios para matar a su marido por una razón absurda

El cadáver de Meharbaan Ali, subinspector de la policía local, fue hallado el domingo en un canal de aguas residuales en Shahjahanpur, Uttar Pradesh, a sólo 250 metros de su domicilio, según informaron medios locales.

Las autoridades iniciaron entonces una investigación que no tardó en demostrar la participación de la familia del occiso en el crimen. Las imágenes de varias cámaras de seguridad instaladas en la zona y el detallado análisis del contenido de los teléfonos de las mujeres, terminó por acorralarlas y obtener una confesión grupal y detallada.

"Desde que se encontró el cadáver de Ali, sospechamos de la participación de miembros de la familia, porque el cuerpo fue encontrado cerca de su casa", dijo Daya Chand Sharma, inspectora de la estación de policía de Sadar Bazaar. "Revisamos los registros de llamadas de todos los miembros de la familia y descubrimos que la esposa de Ali, Zahida, llamaba regularmente a un número", detalló.

Al revisar las imágenes de las cámaras de vigilancia en las cercanías de la finca, los agentes de policía determinaron que la víctima había llegado a las 10.45 am. Poco después se ve a los asesinos a sueldo -identificados por los nombres de pila Tahseen y Ehsaan- entrando a la casa. Esa misma tarde, las cinco mujeres ayudaron a los dos asesinos a cargar el cuerpo de Ali en una motocicleta para poder deshacerse de él en un canal cercano.

Ante la clara evidencia de su participación, Zahida y sus cuatro hijas no tuvieron más remedio que admitir la autoría intelectual del homicidio. Las cinco mujeres supuestamente le ofrecieron a Tahseen y Ehsaan una suma cercana a los 1.400 dólares para que mataran a Ali, pagándoles la mitad por adelantado y el resto luego de finalizado el "trabajo".

La inspectora Daya Chand Sharma dijo a la prensa local que durante su confesión, la esposa y las hijas dijeron que estaban molestas con Ali debido a las estrictas restricciones que les imponía, incluida la prohibición de usar jeans.

Como viuda, Zahida también habría recibido la mitad del salario de su marido como pensión, así como algunos fondos adicionales previstos para los policías fallecidos. Además, una de las hijas de Ali esperaba heredar su cargo en la policía.

Zahida Begum, de 52 años, y sus hijas Saba, 26, Zeenat, 22, Iram, 19 y Alia, 18 fueron arrestadas y los dos asesinos a sueldo están prófugos.