Contenido creado por Martín Otheguy
Locales

Una historia de terror

¿Por qué fueron liberados los tres detenidos por el homicidio de quinielero en San Luis?

La sentencia del juez Marcos Seijas revela omisiones de la Fiscalía para dar validez a las pruebas. Además, no había radiólogo para extraer el proyectil, por tratarse de fin de semana.

28.05.2018 13:51

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2018-05-28T13:51:00-03:00
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Días atrás, la Justicia dejó en libertad a los tres acusados de asesinar a un recaudador en San Luis, en noviembre de 2017. Para ellos se había dictado prisión preventiva, pero en la audiencia del miércoles pasado el juez Marcos Seijas entendió que las pruebas no eran suficientes para la sentencia condenatoria.

La fiscal Darviña Viera anunció que apelará el fallo, dado que se pedía una pena de 28 años por los delitos de asociación para delinquir en concurrencia con homicidio muy especialmente agravado.

Seijas señaló que hubo tres audiencias, declararon peritos y testigos propuestos por la Fiscalía y la defensa, y se incorporó la prueba material. Aun así, no alcanzaba el grado de certeza necesaria para emitir una sentencia de condena.

Los hechos

El Poder Judicial hizo pública la sentencia de este caso en los últimos días. En la acusación de la Fiscalía, se asegura que los tres imputados "habían acordado cometer -esa tarde- una rapiña contra la persona que en la zona recoge la recaudación de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas en los diferentes comercios, Sra. B.F., que ese día le había pedido a su cuñado, a la postre fallecido, que la acompañara a realizar la tarea".

Indicó que alrededor de las 13 horas, los imputados V. y A. recibieron varios mensajes en sus teléfonos celulares, desde el teléfono celular de la otra imputada, donde se les indicaba el tipo de auto (marca, color, matrícula), en que circulaban la víctima y la señora.

"Cuando ésta última desciende del vehículo, frente al comercio Viejo Pancho, ubicado en 18 de julio y Baltasar Brum, los imputados A. y V.D.C. llegan en moto y lo abordan. V.D.C. forcejea con él, mientras que A. va por el otro lado del auto a recoger el dinero y otros efectos. El primero, por su parte, le sustrae el teléfono celular a la mujer. V.D.C. se sube a la moto, pero A. es tomado del brazo por la víctima, reteniéndolo. Éste logra soltarse,
extrae un arma y le dispara, provocándole la muerte casi instantáneamente", narra la Fiscalía.

La defensa de los tres imputados rechazó estas afirmaciones. En uno de los casos (el de la mujer), aseguró que no se encontraba en el lugar que se le adjudica y que si bien al celular que ella usa habitualmente llegaron varios mensajes, "no se encontraba con él en esos momentos". La mujer denunció el extravío del celular.

Sin embargo, la Fiscalía aseguró "demostrar en este juicio que S.V.D.C. y L.A. dieron muerte a quemarropa, por el solo hecho de salvaguardar el delito cometido instantes antes, una rapiña, a la víctima G.B", y que la participación de la mujer no fue menos importante. "Entregó la rapiña, pretendiendo hacernos ver que perdió o le robaron su celular y sacaron las fotos y enviaron los mensajes que vimos en esta audiencia", señaló la fiscal, que aclara que la denuncia de extravío del celular fue realizada una hora y quince minutos después del hecho.

"Los testigos declarantes son coincidentes en la descripción de la ropa, calzado, la moto, cascos, que portaban los homicidas al momento del hecho, ropa que le fue incautada en su poder al momento de ser aprehendidos, poco tiempo después del hecho. De la carpeta de policía científica incorporada como prueba, surge que también fue encontrado en poder de los imputados A. y V.D.C. dinero prendido con un aprieta-papel, nada común en una persona que porta dinero, salvo que sea alguien que recoge recaudaciones como lo hacía ese día B.F., quien expresó claramente cómo estaba el dinero de las recaudaciones ya realizadas ese día", prosiguió la fiscal.

A los detenidos les fue incautada un arma de fuego en la que se observaron indicios residuales de disparos. La Fiscalia agrega que la moto utilizada tenía su matrícula tapada y "los cascos que portaban los imputados A. y V.D.C. son iguales a los que describen los testigos, como así la ropa, el calzado, el dinero incautado".

La postura de la defensa

El abogado de uno de los detenidos aseguró que uno de sus defendidos simplemente se encontraba junto al otro detenido y no tenía en su poder ningún elemento incriminatorio.

"Si bien a mi representado se le incautó un arma de fuego, la cual al ser sometida a pericia por Policía Científica se pudo determinar que no fue la utilizada en la muerte investigada.
Asimismo, tal arma contiene un mecanismo que al ser disparada despide vainas, no ubicándose en la escena del hecho tales indicios, extremo referido por el perito ante la Sede, lo que le permitieron concluir que tal arma no fue utilizada para causar la muerte del imputado", agrega sobre el otro imputado. Tampoco en sus guantes se hallaron rastros de haber detonado un arma, de acuerdo a la defensa.

La defensa señala que "la única prueba de cargo en su contra son comunicaciones telefónicas en las cuales -claramente- indican una participación previa a la consumación de la actividad criminal, en la cual -claramente- estaba concertado proceder a la sustracción de la recaudación que se transportaba en el vehículo interceptado".

Las declaraciones de los imputados

Uno de ellos, el señalado como cómplice, indicó: "Yo sinceramente estoy por fuera de este delito, si hubo delito. Yo me dirigía hacia la casa de un compañero, a la playa a jugar al fútbol, que yo mismo se lo dije al funcionario policial, que no sabía ni por qué me habían detenido. Estaba vestido con mi ropa, tenía vaquero, me iba para el baile de noche. Digo, no sé qué pasó, yo sé que pasó A., me levantó en la moto, porque yo lo vi, lo llamé, me levantó en la moto. Cuando quise acordar, estoy preso. Yo me fui a San Luis para cambiar de hábito, para cambiar mi vida, porque yo tengo antecedentes pasados. Pero esta vez no estoy involucrado en nada. Yo trabajaba, perdí mi trabajo, alquilaba la casa, pagaba luz, agua, perdí todo. Me escracharon en el pueblo, donde vivo, no puedo volver ahí por un delito que yo no cometí. Yo quiero decir que soy inocente, en ésta soy inocente. Tengo antecedentes, la tengo claro, pero yo decidí cambiar de hábito, yo en esta soy inocente"

El otro imputado, mientras tanto, declaró que había marcado a quienes posteriormente fueron víctimas del asalto en el balneario, pero deslindándose de su participación en el homicidio. "Mi trabajo era marcar un vehículo hasta cierto punto. Era para otra gente ese trabajo", dijo. Es decir, asegura que no tuvieron participación en lo que aconteció después.

La declaración de los policías

El policía que detuvo a los jóvenes cuenta que escuchó por radio un comunicado que daba cuenta que se produjo una rapiña, habiendo una persona herida. "Los autores serían dos personas, ambos con casco, uno con buzo rojo y pantalón oscuro y otro con buzo negro y bermuda de jean, quienes con posterioridad a ese hecho se fugan en una moto pollerita de color negro", indican las declaraciones En Guazubirá Viejo observan que vienen dos motociclistas en una moto con las características nombradas, ambos con cascos, y que hacen una maniobra a la derecha como para evadirlos.

Como el giro es muy brusco, caen en la orilla al tomar por la ruta 103, que es de balastro. Se les caen diversos efectos, los levantan y continúan en fuga. Metros más adelante caen nuevamente. El acompañante, que llevaba el buzo rojo con el pantalón negro, fuga hacia el norte, saliendo su compañera detrás de él.

Se incautaron celulares, un faco de billetes con una pinza metálica, y una pistola plateada que habían arrojado poco antes. Ambas personas cubrían sus manos con guantes de látex de color azul.

La resolución de la Justicia

El juez aseguró que si bien la Fiscalía, en sus alegatos de apertura dijo que en el juicio demostraría que los imputados eran los responsables de la comisión de un delito de asociación para delinquir, en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de homicidio muy especialmente agravado, "cuando desplegó su teoría del caso y presentó la prueba con la que acreditaría tales extremos, a juicio de este sentenciante no logró probarlo".

Los mensajes en los que se coordinaba el robo salieron del teléfono celular de R.A, la imputada, pero "no hay prueba fehaciente que los hubiera enviado ella"

Aunque la fiscal dijo que "los testigos declarantes son coincidentes en la descripción de la ropa, calzado, la moto, cascos, que portaban los homicidas al momento del hecho, ropa que le fue incautada en su poder al momento de ser aprehendidos, poco tiempo después del hecho", el juez Seijas señala que "estas afirmaciones de la Fiscalía no son coincidentes con los relatos de los testigos presenciales", ninguno de los cuales aporta tal descripción.

Si bien los policías sí tenían una descripción ajustada al aspecto de los detenidos, "en la audiencia de juicio no se presentó ningún testigo que dijera quien aportó dichos datos sobre los presuntos autores del hecho, para que luego la policía lo difundiera por radio a sus unidades".

Ninguno de los elementos incautados (cascos, arma, dinero, pinza que sostenía el dinero, ropa que llevaban puesta los mencionados, chalecos reflectores, moto, calzado, guantes, bufanda, mochila y demás efectos) les fueron exhibidos a los testigos presenciales del suceso, para ver si reconocían alguno de ellos, por lo que no se pudo establecer que fueran los mismos.

En cuanto al dinero sujeto con una pinza, la fiscal no lo mostró a la damnificada por el robo, como para confirmar que se trataba del mismo implemento que ella llevaba junto al hombre asesinado.

"No se pudo determinar cuando el arma fue disparada. Tiene indicios de disparos pero no cuando fueron efectuados. No se recibió el proyectil disparado a la víctima para compararlo con el arma", apunta además el juez al respecto a las pericias para determinar si el arma incautada fue la misma que dio muerte al hombre.

Además, el proyectil no pudo ser extraído del hombre porque no contaban con radiólogo el fin de semana, lo que también impidió que se comprobara este hecho. "No se solicitó -como hubiera resultado adecuado- la exhumación del cadáver para obtenerlo, extremo que -sin dudas- habría servido para dar luz sobre cuestiones importantes que hacen a la muerte", continua Seijas.

"El Poder Judicial cuenta con radiólogo de lunes a viernes, sábado y domingo si tienen voluntarios. Es un problema que nosotros lo hemos pedido, pero bueno. Si la Administración no nos brinda ciertas cosas, nosotros no somos magos", dijo el médico forense, consultado al respecto.

El juez asegura que durante el proceso judicial "no se solicitó la declaración de los imputados para preguntarles, a modo de ejemplo, qué estaban haciendo en esa moto y con esos efectos en ocasión de ser detenidos, por qué tenían puestos guantes de látex azules, por qué la chapa matrícula estaba tapada por una media, de dónde venían y hacia dónde iban".