“Brasil es un pueblo alegre (…) si en Argentina pasaba lo de Lula daban vuelta Buenos Aires”, dijo Mujica

El ex presidente José Mujica dijo este domingo que no puede medir las consecuencias que pueda traer lo que está pasando en Brasil, con el encarcelamiento de Lula, las reformas del gobierno de Michel Temer y la corrupción que atraviesa a todo el sistema político.

"No lo puedo medir, pero no es la primera vez que Brasil hace dibujos de terror. Hay que recordar el suicidio de Getúlio Vargas. Curiosamente debe ser el pueblo más alegre de América Latina, un pueblo de samba, hermoso, mestizo. Si en la Argentina pasaba lo de Lula era un incendio, daban vuelta Buenos Aires", dijo Mujica en una entrevista con el diario argentino Página 12.

"Brasil no es así, es distinto, no tiene esa tradición de luchas colectivas, de masas, de múltiples organizaciones sociales que se mueven. ¿En qué desemboca? No sé. Porque si han hecho tanta barbaridad (hay que recordar lo de Dilma y eso), no parece que tengan espíritu de detenerse, así como así. De todas maneras, no la van a tener fácil", agregó.

Mujica apuntó que, parte de las opiniones a favor del ex presidente brasileño, van en la línea de las consecuencias sociales que están teniendo las reformas de Temer. "Lo meten a Lula en cana, pero los efectos de las reformas conservadoras los siente la gente, y la gente se expresa políticamente. El PT, a la caída de Lula estaba hecho pelota. Y el PT sin Lula es muy poco, pero con Lula es mucho, porque es un símbolo que está nucleando todo eso", sostuvo.

El senador del MPP también comentó sobre el aborto, tema que está en el tapete en Argentina, país que está debatiendo sobre su regulación, tal como hizo Uruguay hace seis años.

"Desde que el mundo es mundo, hay abortos. Cuanto más oculto y menos reconocido lo tenemos, más perjudicamos a las mujeres pobres, castigamos doblemente a las mujeres pobres", señaló.

"Sigue existiendo porque somos hipócritas si no nos enteramos de que existe y que termina en una sociedad de mercado, siendo un estupendo negocios para algunos, y caro. Más claro: las mujeres que tienen la necesidad de abortar y que tienen poder económico van a resolver el problema, bien atendidas. Las mujeres que están en el fondo de la sociedad, se van a jugar la vida", explicó, y sentenció: "No es que me gusta o no me gusta. El problema es que existe. En Uruguay, es una vieja manera de pensar".