Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Mejor no mirar

Vacunas: cuando el niño imagina que va a doler... le duele

Cuando se trata de los niños y los procedimientos médicos como los pinchazos con agujas, las expectativas lo son todo.

01.06.2018 13:48

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2018-06-01T13:48:00-03:00
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Si creen que una inyección dolerá, es probable que así sea, constata un estudio reciente. Por otra parte, si se les convence de no anticipar mucho dolor, quizá sientan menos.

"Sabemos que las expectativas afectan a la experiencia del dolor en los adultos; no sabemos si lo mismo ocurre con los niños", comentó la autora del estudio, Kalina Michalska, psicóloga en la Universidad de California en Riverside, en declaraciones publicadas por HealthDay.

En términos de la vida real, distraer a los niños de antemano tiene un valor, aseguraron los investigadores. Por ejemplo, decirles "esto te hará sentir como si te rozara una rama en la piel" podría ser menos terrorífico que decirles "esto te va a doler".

En el estudio participaron 48 niños, de los cuales 27 tenían un trastorno de ansiedad, y 25 adultos. El equipo de Michalska aplicó calor a los participantes y les pidió que calificaran los niveles de dolor como bajos, medianos o altos. El alto equivalía más o menos a la temperatura de agua de la llave muy caliente.

Pero el experimento solo usó una temperatura, la calificada como mediana. La diferencia estuvo en las pistas que los participantes escucharon antes de la aplicación del calor. Un tono significaba un calor bajo, y el otro, alto.

Sorprendentemente, los tres grupos tuvieron una relación similar entre la expectativa y la sensación del dolor. Por ejemplo, si escuchaban alguna pista de que el dolor era alto, lo reportaron, aunque el nivel de dolor fuera en realidad solo mediano. El grupo de Michalska había anticipado la reacción más potente entre los niños ansiosos, seguidos por los niños sanos, y luego los adultos.

"Tuvimos mucho cuidado de calmar a los niños y hacerlos sentirse cómodos. Siempre había dos investigadores en la habitación con ellos, y un enfermero los atendió antes y después para asegurarse de que estuvieran bien", señaló Michalska en un comunicado de prensa de la universidad. "Con los adultos no tomamos tantas precauciones".

A pesar de este consuelo, el estudio mostró que las expectativas respecto al dolor afectan de forma significativa a la experiencia del dolor, comentó.

"Lo que aprendimos es que la experiencia del dolor de los niños tanto sanos como ansiosos se ve influida por lo que se les dice al respecto. Si les decimos que experimentarán mucho dolor, o se lo dicen ellos mismos, en realidad experimentarán más dolor y más emociones negativas como consecuencia", aseguró Michalska.

El informe fue publicado en la edición en línea del 30 de mayo de la revista Psychosomatic Medicine.

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