Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Solución concreta

Nuevo “cemento óseo” ofrecería alternativa no quirúrgica al dolor articular

El procedimiento se ha probado en los últimos años en rodillas, y actualmente se evalúan sus efectos en caderas.

15.01.2018 08:14

Lectura: 5'

2018-01-15T08:14:00-03:00
Compartir en

Montevideo Portal

Inyectar un cemento basado en el calcio en los huesos de algunas personas con dolor de rodilla o cadera podría ayudarlas a evitar la cirugía de reemplazo de articulaciones, afirman unos médicos de la Universidad Estatal de Ohio.

El cemento de fosfato de calcio se infiltra en la parte esponjosa interior del hueso, rellenando las microfracturas y otras áreas deñadas, y se endurece en unos 10 minutos, apuntó el Dr. Kelton Vasileff, cirujano ortopédico en el Centro Médico Wexner de la universidad, según informa HealthDay News.

El cemento refuerza la parte herida o lesionada de la articulación ósea desde dentro, explicó Vasileff, y al final es reemplazado por hueso nuevo como parte del proceso natural de sanación del cuerpo.

El procedimiento, llamado subcondroplastia, ha estado disponible para las personas con problemas de rodillas durante años, señaló Vasileff. Ahora, él y sus colaboradores están haciendo pruebas para ver si los pacientes de cadera también se pueden beneficiar del mismo.

Es mucho menos invasivo que un reemplazo de rodilla o cadera, y por lo general se realiza de forma ambulatoria, dijo Vasileff.

El procedimiento implica una incisión más pequeña que la cirugía de reemplazo de articulaciones, de forma que hay menos riesgo de infección, y una recuperación más rápida que significa menos de los defectos secundarios asociados con estar postrado en la cama, dijo Vasileff.

Pero la subcondroplastia solo es factible en un rango estrecho de pacientes. Los que tienen un dolor en toda regla provocado por el roce de un hueso contra otro o por la artritis causada por daño en el cartílago y los ligamentos obtienen poco o ningún alivio a partir del procedimiento, apuntó Vasileff.

"En las personas que tienen una artritis significativa en que el cartílago en sí está dañado y se ha reducido, esto no soluciona la artritis", advirtió Vasileff. "Pero hay algunas personas que podrían tener algunos problemas con el hueso y artritis leve. En esos pacientes que de otra forma quizá necesiten un reemplazo de rodilla o cadera para afrontarlo, esta podría ser una alternativa".

Ben Wallace, ingeniero de software, se sometió a una subcondroplastia en noviembre para fortalecer una cadera dañada.

"A final de septiembre noté que de verdad me costaba mover bien mi pierna izquierda", dijo Wallace, que vive en Columbus, Ohio. Los escáneres de imágenes revelaron una cadera en muy malas condiciones, con un fémur deformado.

Una cirugía de cinco horas arregló el fémur y fortaleció el hueso con cemento.

"Está yendo muy bien. Estoy mejor de lo que esperaban. Una semana tras la cirugía, ya no usaba muletas y caminaba solo", contó Wallace.

"Creí que iba a tener una cadera falsa a los 30 años, algo muy deprimente", explicó Wallace. "El hecho de que pude conservar todos mis huesos y articulaciones fue bastante sorprendente".

La subcondroplastia ha mostrado un potencial sólido, pero al Dr. Matthew Hepinstall, cirujano ortopédico, le preocupa que quizá se haya "sobrevalorado" en pacientes desesperados que desean evitar la cirugía de reemplazo de articulaciones.

"Las afirmaciones realizadas aún no se basan en las evidencias, aunque sean atractivas a nivel intelectual", dijo Hepinstall, director asociado en el Centro de Preservación y Reconstrucción de las Articulaciones del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

"Es importante que no se exagere su valor", añadió.

Los mejores candidatos para el procedimiento son los pacientes que siguen teniendo algo de cartílago que protege la articulación, pero que de alguna forma han "sobrecargado" y lesionado el hueso, provocando inflamación y dolor, dijo Hepinstall.

"Si inyecta esta sustancia en el hueso, básicamente ofrece respaldo interno, un andamio para proteger al hueso. En teoría eso puede reducir el dolor óseo", apuntó Hepinstall.

"Lo atractivo de esto es que en lugar de hacer una superficie nueva en una articulación dañada, se inyecta algo para ayudar al hueso, pero se mantiene la anatomía propia del paciente", siguió Hepinstall.

"Pero hay pocos pacientes que son candidatos ideales para esto, los que básicamente tienen una sobrecarga real del hueso que provoca un dolor lo suficientemente severo para ameritar un procedimiento quirúrgico, pero que también tienen suficiente cartílago sano de tal manera que hacer algo sobre la inflamación ósea alivie la mayor parte del dolor", enfatizó.

"No queremos enviar el mensaje a las personas que sufren del roce de un hueso contra otro, con espuelas óseas grandes y un rango de movimiento limitado, de que de repente obtendrán alivio al inyectarse un poco de cemento en el hueso", señaló Hepinstall. "Esto es para la gente que en esencia tiene una articulación normal que tiene un rango de movimiento normal y una estabilidad normal, solo un poco de desgaste en el cartílago".

Montevideo Portal