Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Suena mal

Más de un millón de jóvenes en el mundo sufren pérdidas auditivas

El alto volumen en discotecas y pubs, sumado con el uso frecuente de auriculares son las causas principales.

01.03.2018 13:39

Lectura: 4'

2018-03-01T13:39:00-03:00
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El próximo sábado 3 de marzo es el Día Internacional de la Audición definido por la Organización Mundial de la Salud. La OMS llama la atención sobre el impacto económico de la pérdida de audición y el costo- eficacia de las intervenciones para abordarla.

La hipoacusia (audición por debajo de lo normal), no es reversible y tiende a ser progresiva. De los 360 mil millones de hipoacúsicos en el mundo, cada vez se suman más adolescentes y jóvenes por la exposición al ruido de discotecas, pubs, aparatos de tipo mp3 para escuchar música directo en los oídos y los teléfonos inteligentes que causan pérdida de audición. Actualmente hay un millón cien adolescentes y jóvenes con diferentes grados de hipoacusia en el mundo.

El paisaje sonoro de Montevideo es ruidoso y no solo no existen políticas públicas para abordarlo sino que se carece de una cultura del silencio. "Vas a un bar o a un restorán para comer y hablar con otra persona y la música "de fondo", está por encima de los decibeles de una conversación normal. Si se le suma el ruido de todas las conversaciones, al paciente hipoacúsico se le reducen aún más los espacios de socialización. El aislamiento es el peor efecto secundario de esta condición"- dice Magela Misurraco, paciente hipoacúsica y licenciada en Comunicación, que está trabajando con grupos de adultos mayores hipoacúsicos en el proceso de acompañamiento de adaptación a los audífonos.

En el caso de Misurraco, su hipoacusia es de origen genético. No tiene solución quirúrgica porque es neurosensorial. "En el caso de los pacientes mayores, suele tratarse de presbiacusia, la que, en general aparece a partir de los 60 años o más tarde para que sea lo suficientemente invalidante.

Este proyecto de los grupos de adaptación a los audífonos surgió a partir de que, en muchísimos casos son los hijos quienes llevan a sus padres a las casas auditivas, pero luego no se adaptan a los audífonos. Estamos hablando de una inversión importante. "Mis audífonos costaron, hace 9 nueve años, 4.500 dólares y ya están obsoletos" comentó Misurraco.

Lo grave -opina- es el caso de los adolescentes, si observamos que el umbral del dolor se produce a los 140 decibeles, 130 decibeles es el ruido que hace un avión al despegar y 100 decibeles es el volumen al que se exponen en discotecas y pubs, nos vamos a encontrar con una generación de sordos, que ahora no es consciente de las consecuencias del futuro, pero ya existen adolescentes con zumbidos, problemas de audición y otros que ya necesitan ser equipados con audífonos.

La exposición a tantas horas de ruido, como en un pub o discoteca, genera conductas agresivas, insomnio, zumbidos, ira. El ruido actúa sobre el sistema nervioso central y las consecuencias no solo las pagan los protagonistas sino los vecinos a las fuentes de ruido.

Al ruido se lo considera violatorio de los Derechos Humanos, del derecho a la propiedad, ya que es un factor intromisivo que ingresa a la propiedad privada. También baja su valor porque nadie quiere comprar una propiedad en un lugar donde se pasa mal.

Los vecinos de las zonas aledañas vienen librando una ardua batalla para que se solucione el tema del ruido y de las conductas que ese ruido generó y mencionamos: peleas, actos vandálicos.

En países como Perú, Chile hay campañas de prevención y cuidado de la audición. En Buenos Aires, en la puerta de los locales existen grandes carteles alertando que el nivel de ruido del lugar puede producir disminución de la audición o sordera permanente. Son medidas disuasivas.

El hecho es que a nadie quiere ruido, pero todos los generan. Y el silencio tiene mala prensa "había un silencio sepulcral...romper el silencio".