Contenido creado por Laura Meléndez
Salud

Todo está en el bocho

Descubren que la transexualidad tiene una base biológica

Los resultados de un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Viena, sugieren que la identidad de género está reflejada en la estructura de las redes neuronales que se forman bajo la influencia moduladora de las hormonas sexuales.

09.01.2015 12:06

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2015-01-09T12:06:00-03:00
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La transexualidad es definida como la identificación de una persona con el sexo opuesto a su sexo biológico, y es una condición que socialmente se cuestiona y no se comprende. Pero la ciencia podría tener una explicación. Ya en 2012, un equipo de investigadores de varios centros españoles, tras analizar el grosor de la corteza cerebral de personas transexuales, descubrió que se da una feminización en dicha corteza en el caso de hombres que se sienten mujeres, y ciertas diferencias en las estructuras subcorticales cerebrales de las mujeres que se sienten hombres.

Ahora, otro estudio realizado por varios neurocientíficos en la Universidad Médica de Viena demuestra que la identidad sexual (el hecho de sentirse hombre o mujer, independientemente del sexo biológico que en realidad se tenga) se refleja en la forma de las conexiones neuronales entre diversas regiones cerebrales, consigna el sitio Tendencias21.

Diferencias cerebrales

Mientras que el sexo biológico se manifiesta generalmente en el aspecto físico, la identidad individual de género no es siempre discernible con claridad. Dado que el cerebro es el responsable de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, diversos centros de investigación de todo el mundo están buscando la representación neuronal de la identidad sexual.

Dirigido por el investigador Rupert Lanzenberger y publicado en la prestigiosa revista Journal of Neuroscience, el estudio en cuestión halló conexiones neuronales relacionadas con la percepción de la identidad de género.

En la investigación participaron personas transexuales y otros sujetos de un grupo de control femeninos y masculinos, que se sentían identificados con su sexo biológico. Los cerebros de todos ellos fueron examinados con la técnica de tomografía de resonancia magnética (TRM), que consiste en influir en los átomos de hidrógeno presentes en el organismo (en este caso, en el cerebro) con campos magnéticos. La respuesta de dichos átomos da información sobre el tejido en que estos se encuentran. Mediante un ordenador, esa respuesta es interpretada para generar representaciones de dichos tejidos.

Este análisis reveló, por un lado, que existen diferencias significativas en la microestructura de las conexiones cerebrales entre hombres y mujeres. Por otro, que las conexiones cerebrales de las personas transexuales estarían en una posición intermedia entre las de ambos sexos.

En tercer lugar, el estudio permitió detectar una fuerte relación entre esas redes de conectividad neuronal y los niveles de testosterona medidos, en la sangre de los individuos sometidos a este estudio.
Según Lanzenberger, todos estos resultados "sugieren que la identidad sexual está reflejada en la estructura de las redes neuronales que se forman bajo la influencia moduladora de las hormonas sexuales, en el transcurso del desarrollo del sistema nervioso".