Contenido creado por María Noel Dominguez
Navegaciones

Frente Amplio: ¿quién triunfará?

Frente Amplio: ¿quién triunfará?

Estamos a pocos días de la realización del Plenario Nacional del Frente Amplio que resolverá sobre el informe del Tribunal de Conducta Política (TCP) en relación a Raúl Sendic.

05.09.2017

Lectura: 7'

2017-09-05T08:06:00-03:00
Compartir en

Nunca antes el FA afrontó una situación de este tipo, siempre las diferencias fueron de carácter político e ideológico, ahora se agrega el factor moral, nada menos que del actual vicepresidente de la República. 

Ahora que se conoce el informe del TCP y que es mucho peor de lo que se podía esperar en cuanto a la reprobación por la conducta política y ética y en el uso de los dineros públicos y por las explicaciones que el propio Sendic dio sobre este comportamiento y no como hechos puntuales sino como cuadro general. El Informe fue aprobado por unanimidad y está más claro que nunca que las filtraciones a la prensa fueron hechas con alevosía, nocturnidad y descampado, con el objetivo de desprestigiar al Tribunal por los integrantes de la lista 711. (1)


El domingo 9 de setiembre habrá muchas cosas en discusión pero hay que ser capaces de individualizar el fondo, las bases de esta situación y sus posibles consecuencias. Hay demasiados intereses dentro y fuera del FA que quieren entreverarlo todo.

Lo más importante - según mi opinión - lo que se define en el Plenario es si triunfa, si se impone al auténtico Frente Amplio, con sus principios, sus valores y su historia o si el proceso de "colonización" y transformación es irreversible. Si triunfa el Frente Amplio del TCP o las posiciones que niegan al FA y su historia.
La alternativa no es entre un pacto, un acuerdo o una carnicería. Poner la situación en este plano ya es una demostración de los cambios que se quieren consolidar definitivamente en el FA. Cambios profundamente regresivos.

Raúl Sendic decidió por su propia voluntad someter al TCP su conducta ética y también política, al utilizar las tarjetas coorporativas de ANCAP para determinados gastos, que según se desprende de las diversas investigaciones periodísticas e incluso de las declaraciones del propio ex presidente de ANCAP fueron para comprar artículos personales. No importa el monto, lo definitorio es el uso totalmente impropio de los dineros públicos para uso personal. Se trata de un tema ético y moral para cualquier gobernante.

¿Por qué Sendic dio este paso que a la postre le ha dado nuevos y muy graves dolores de cabeza? Es muy simple, porque consideró que en el TCP iba a primar la misma lógica que se utilizó en otras instancias anteriores del FA en las que se le dio un respaldo total ante la comprobada mentira de su título universitario - siempre prometido y nunca demostrado - e incluso sobre su gestión en ANCAP. En ese caso el "honor" le correspondió a la bancada de senadores del FA.

Lo que primó en esas instancias orgánicas, por unanimidad, fue la lógica del poder por encima de cualquier otra consideración. Eso sí, tratando de emparentar el poder con la unidad, es decir que la unidad vale siempre y cuando cubra cualquier cosa para seguir en el poder y no comprometerlo. Ese es el FA orgánico actual. A ese FA se encomendó Sendic nuevamente y se equivocó feo.

El TCP tuvo notoriamente otra lógica, la del verdadero FA, en la que sus integrantes actuaron por encima de sus propios sectores y sobre todo con rigor moral y político. Es el Frente Amplio verdadero, el auténtico, al que pertenecemos y pertenecimos y votamos la inmensa mayoría de los frenteamplistas.
El TCP es la continuidad de los principios y de la moral del verdadero FA.

El proyecto de los actuales ocupantes del Frente Amplio, y los hay de muchos sectores, no solo de los directamente interesados como la 711, el MPP y el PCU que en algunos casos actúan explícitamente y dan la cara y en otros se ocultan detrás del silencio, de las reuniones de negociación de declaraciones inocuas, o en reuniones de senadores para darle el respaldo a Sendic, es la de seguir avanzando en la transformación regresiva del FA. No todos lo hacen conscientemente, pero aquí las buenas intenciones, están empedrando el camino al infierno.

No hay que simplificar la situación, hay declaraciones de dirigentes de diversos sectores, incluyendo integrantes del MPP, ex 711, Asamblea Uruguay, Partido Socialista, Vertiente Artiguista, Liga Federal, Banderas de Liber, Casa Grande, Lista 738, País, Redes y frenteamplistas independientes y en forma individual, que de diferentes maneras se han manifestado por respetar con seriedad los contenidos de la resolución del TCP. Porque el verdadero FA, lucha y resiste.

No todos lo han hecho de la misma manera, con el mismo rigor, en los mismos tiempos, pero lo importante no es medir los méritos, sino aunar esfuerzos para salvar al FA. Y hay gente de casi todos lados que lo quiere salvar.

Hay una lógica perversa en las actuaciones de los dirigentes de la estructura central del FA, incluyendo en primer lugar su presidente Javier Miranda, de definir todo entre las cuatro paredes del poder, del palacio, incluso negándole a la ciudadanía y hasta a los propios y pocos militantes del FA que todavía van a los Comités de Base el derecho elemental de conocer y discutir sobre el texto verdadero de la resolución del TCP y no los trascendidos interesados. Las verdades manejadas entre pocos elegidos.
Basta leer el texto del informe para evaluar la necesidad de que fuera conocido por los frenteamplistas y por los uruguayos.

Lo otro es la lógica del poder y nada más, la que excluye como actor principal de todo este proceso a la ciudadanía, a la gente, a la relación, de confianza y de respeto entre los ciudadanos y el Frente Amplio. Es decir aplasta la historia del FA desde su nacimiento.

Todos los intentos que se han hecho para desacreditar el TCP, desde las filtraciones realizadas por la lista 711, las declaraciones poniendo en duda la integridad del presidente del TCP, Nicolás Grab, hasta las alusiones por parte de Sendic en su gira reciente por los Comités de Base que todos pueden equivocarse incluso el TCP, no son solo una salida desesperada, sino una ofensiva fundamental contra el verdadero FA, contra la confianza de la gente de que hay compañeros que son capaces de situarse por encima del poder, de sus propios grupos y de rescatar el espíritu original del FA, su moral y sus principios.

Si esa visión de desconocer el pronunciamiento del verdadero Frente Amplio triunfa el 9 de setiembre, sería un paso más y extremo para aplastar al verdadero FA, al que adhirieron en forma creciente los uruguayos e incluso los votamos para que gobernara, primero Montevideo y varios departamentos y luego al Uruguay.
Ese sería no solo un cambio político de fondo, que admite justificar cualquier conducta, con la sola justificación de mantenerse en el poder, de conservarlo a cualquier costo y sobre todo a costa de la mentira, sobre la mentira. Sería el triunfo de la ideología del poder, que en América Latina tiene un antecedente tan conocido por los uruguayos: el peronismo. Y ahora reverdece con el madurismo.

Si se impone el silencio, la complicidad, la justificación con resoluciones lavadas y de ocasión que le sirvan al poder para lavarse las manos y las culpas, eso no será renovación, eso es claudicación.
Es un paso muy grande del Frente Amplio hacia su precipicio. El más grave, el de su identidad de izquierda.

Informe del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, conocido en el día de ayer lunes 4 de setiembre, aprobado por UNANIMIDAD.

b) La actuación del Cro. Sendic en estos hechos compromete su responsabilidad ética y política, con incumplimiento reiterado de normas de control. El Tribunal no llega a esta conclusión por un criterio minucioso de reprobación de cualquier acto irregular puntual. El cuadro general que presentan los actos reseñados del Cro. Sendic no deja dudas de un modo de proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos.

c) Agravan lo anterior la especial responsabilidad que impone la condición de Presidente del Directorio de ANCAP, y también la forma en que el Cro.Sendic ha respondido públicamente a los cuestionamientos de su conducta.