Contenido creado por Manuel Serra
Rumiando la vida

Rumiando la vida

“Yo no guardo rencor”: una historia de perdón cuando se acercan las fiestas

El “Gordo” Verde comparte una anécdota de un hombre que se animó a perdonar e invita a todos a que lo hagamos de cara a la Navidad.

20.12.2017 13:13

Lectura: 3'

2017-12-20T13:13:00-03:00
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¡Se viene la Navidad! Y uno sigue aprendiendo de los que menos se imagina. Esta semana, Carlitos (35 años) recibió una puñalada desleal bajo la axila, que casi le cuesta la vida. Todo por defender un terrenito donde vive con su señora y su hijo. ¡Carlitos es un tipo buenazo! ¡Manso como agua de pozo! Pero entiende que se equivocó en seguir una pelea como esta. Lo cierto es que se salvó en el anca de un piojo, ya que sus amigos lograron llevarlo corriendo a un patrullero y estos actuaron con rapidez, brindándole los primeros auxilios.

Le tocó internarse en la sala 201 del Hospital Pasteur, compartiendo con otros varios lesionados. El viernes le dieron el alta médica y tuve el gusto de trasladarlo hasta la casa y ser testigo de cómo lo esperaban su familia y vecinos, en el barrio humilde donde vive. ¡Cuánta emoción! Pero en el camino, fuimos charlando, meditando y hasta nos dio el tiempo pa´ celebrar la vida, comiendo una rica Napolitana con fritas. Mientras veníamos en el auto, con tono muy reflexivo, Carlitos me dice: "¿Sabe qué cura, Gordo? Yo no guardo rencor. Si me vienen a pedir perdón por esto que me hicieron, yo lo voy a perdonar. Ya lo decidí. Lo voy a perdonar, porque a mi Dios, siempre me perdona todo..." Admito que sus palabras me interpelaron profundamente. En su corazón, ya había perdonado a quien casi le quita la vida.

Se acerca la Navidad y todos llegamos al galope tendido... Algunos cargando con sufrimientos, dolores y hasta quizá con temitas familiares: de esos que "pasan en las mejores familias". Pero hoy te invito a seguir el ejemplo de Carlitos: no guardar viejos (ni nuevos) rencores. Creo que una clave positiva para vivir esta Navidad es hacer el esfuerzo por vaciarnos de nuestros egoísmos, enojos y rencores... (cada uno sabrá de lo que hablo). Y de esta forma, tendremos "disponible el corazón" para recibir la Luz del Niño Jesús que nace. Él viene con un regalo personal para cada uno de nosotros. Con su Luz puede renovarlo todo; aclarar nuestras oscuridades; fortalecernos en las debilidades y llenarnos de entusiasmo y alegria pa' enfrentar los desafíos que se nos vienen... ¿Lo pensás dejar pasar? Desde ya ¡mis mejores deseos para vos y tu familia en esta Navidad con Jesús! Como suele decir nuestro Cardenal Sturla: "¡Que en el día de su cumpleaños, no nos olvidemos del homenajeado!"

¡Fuerte abrazo! ¡Buena Semana!

Por Gordo Verde