Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Pájaro de fuego

Australia: “halcones de fuego” propagan deliberadamente incendios forestales

Acarrean tizones y extienden el fuego para beneficiarse de la estampida de pequeños animales.

11.01.2018 15:38

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2018-01-11T15:38:00-03:00
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Montevideo Portal

De acuerdo con un trabajo de investigación publicado recientemente en el Journal of Ethnobiology, varias aves rapaces australianas tienen la costumbre de iniciar incendios forestales con el objetivo de hacer salir a sus presas de los pastizales. Curiosamente, los aborígenes han sabido de esto por más de 40,000 años e incluso tienen un nombre para las aves que usan fuego: "halcones de fuego".

El clima seco de Australia lo hace propenso a incendios forestales. Los rayos y las actividades humanas se consideran las causas principales, pero de acuerdo con el trabajo mencionado líneas arriba, en ocasiones las aves hacen su aporte a la destrucción.

Rapaces como el milano negro (Milvus migrans), el milano silbador (Haliastur sphenurus) y el halcón marrón (Falco berigora) podrían tener responsabilidad en los incendios que estallan con frecuencia en las 730,000 millas cuadradas de sabana del continente. Arrojando palitos ardientes en la hierba logran hacer salir a insectos, reptiles y pequeños mamíferos. Lo notable del caso es que todo indica que lo hacen a propósito.

Los ornitólogos saben desde hace mucho tiempo que las rapaces prosperan en regiones propensas a los incendios forestales. Cuando aves pequeñas, lagartijas e insectos emergen de las praderas huyendo del avance del fuego, las aves de rapiña se lanzan sobre ellas y se dan un festín. Lo que no sabían, sin embargo, es que las aves de presa aparentemente pueden provocar el incendio o propagarlo a otras áreas para sacar a las presas de sus escondrijos.

"Los milanos y halcones vienen a los incendios y entran literalmente en un frenesí asesino", dijo en una entrevista el año pasado el ornitólogo australiano y coautor del reciente trabajo de investigación Bob Gosford. "Es un frenesí de alimentación, porque de estos pastizales salen pájaros pequeños, lagartijas, insectos, todo lo que huye de las llamas".

Gosford se interesó por el comportamiento de los halcones después de leer un pasaje dellibro "Yo, el aborigen" una autobiografía del médico y defensor de los pueblos nativos australianos Waipuldanya Phillip Roberts, publicada en 1964.
"He visto a un halcón recoger un palo humeante en sus garras y dejarlo caer en un nuevo prado de hierba seca a media milla de distancia, luego aguardó con sus compañeros a que se produjera el desesperado éxodo de roedores y reptiles chamuscados y asustados. Cuando esa área se quemó, el proceso se repitió en otra parte ", escribió Phillip Roberts.

Y aunque el ornitólogo australiano aún no ha presenciado personalmente este comportamiento, algunos de los coautores del artículo ya lo han hecho. Dick Eussen, un bombero veterano en el Territorio del Norte, relató los acontecimientos de un día que pasó apagando incendios en el interior profundo. Justo cuando él y sus compañeros creían tener la situación bajo control, vio un milano silbador llevando una ramita ardiente en sus garras. El ave soltó el tizón sobre la hierba unos 20 metros delante del asombrado bombero, e inmediatamente se produjo un nuevo foco ígneo. Eussen escribió que ese día tuvo que apagar otros siete principios de incendio, todos causados por las aves rapaces y sus ramitas ardientes.

"No estamos descubriendo nada", dijo a National Geographic el coautor Marc Bonta, geógrafo de la Universidad Estatal de Pensilvania. "La mayoría de los datos con los que hemos trabajado son en colaboración con pueblos aborígenes ... Han sabido esto probablemente durante 40,000 años o más".

Aunque muchos científicos y aborígenes han observado el comportamiento de primera mano, todavía no existe ninguna filmación de calidad razonable que muestre a los halcones de fuego en acción. Gosford ha buscado registros históricos durante años, recopilando informes de las aves que propagan incendios y ha entrevistado a varios testigos oculares. Sin embargo, no ha logrado encontrar una sola fotografía o video de las aves que llevan ramitas de fuego. Él y sus colegas lo atribuyen, en parte, a los peligros de llevar a cabo investigaciones científicas o de observación justo al borde de un incendio forestal. Han solicitado fotos al público y esperan documentar el comportamiento en el campo en el correr de 2018. Para ello, aprovecharán una serie de incendos controlados que los bomberos australianos tienen previsto realizar.

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